Jueves, 9 de junio de 2005
Bonjour!
Comment allez-vous? ... Moi? ... bien, merci ... mais je voudrais ... je ne sais pas ... Pues eso, que no sé continuar más con mi acartonado francés de escuela. Pero hay días en que monsieur se nos muestra mezquino, y otros de una generosidad apabullante. Hoy vuelve a tocar esto último.
Otro esplendoroso día primaveral a la vera del Arlanzón, cuya ribera refulge cada día más ante mis ojos sonriéndome sin cesar mientras me muestra su preciosa dentadura floral. Las rosas del parterre de la Avenida ya destilan su fragancia y hermosura sin pudor, ya libres de sus sépalos.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo la película "Monsieur Batignole", de Gérard Jugnot, y con él mismo. Historia de un anodino charcutero en el Paris invadido por el ejército nazi. Un tipo corriente, que ante lo primero que le acaece al comenzar la historia, se muestra ruin y mezquino, pero poco a poco, a regañadientes, se va tornando cada vez más altruista y generoso, incluso con asomos de heroicidad. Se ve obligado por las circunstancias a salvar a tres niños judios del infierno nazi.
Película que nos muestra lo miserables o generosos que podemos llegar a ser todos, dependiendo de las circunstancias; que como casi todo en la vida, la línea que separa los extremos es sutil, tenue y borrosa, y en cualquier momento todos y cada uno de nosotros podemos caer de un lado o del otro. Película normalita que a ratos me gustó y en la que me irritaron algunas circunstancias (sobre todo al principio), y especialmente el niño protagonista.
Bueno, madammes et monsieurs, llegó el turno de la sabiduría ajena:
- "Guárdese del pobre el rico, pues no hay enemigo chico". (refrán).
- "El mayor crimen está, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar". (José Ortega y Gasset).
- "Corresponde al hombre practicar el afecto, la bondad, la comprensión, la caridad, la justicia, etcétera; pero si no hallamos todas esas virtudes en nuestro prójimo, nos corresponde a nosotros mismos practicarlas y perdonar". (Fray Luis de Granada).
- "Los niños comienzan por amar a sus padres. Una vez que han crecido, los juzgan y, algunas veces, hasta los perdonan". (Oscar Wilde).
Besos y abrazos,
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