Miércoles, 21 de septiembre de 2005
¡Buenos días!
Muy fresca (8ºC) y soleadísima mañanita a la vera del Arlanzón, casi al borde del equinoccio otoñal, que será pasado mañana. De todas formas, gracias al solecito es posible que se cumpla la profecía de los meteorólogos y superemos con alegría los veintitantos graditos. Salvo el fresquete mañanero, tan típico de aquí, un día como otro cualquiera, también allende el río, supongo.
Entre las penumbras y largas sombras de la mañana, en la ribera, creo entrever como brillan los ojos azabache de alguna maravillosa ninfa que se me quiere camuflar ante mi avizor mirada. Más allá veo como otras viven su rutina habitual en el pequeño microcosmos que se extiende no mucho más allá de las orillas ribereñas. Perfecto sitio para vivir, tan bueno como otro cualquiera, pues se encuentra uno muy a gusto en él.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Obaba", de Montxo Armendáriz, y con Barbara Lennie (guapísima), Juan Diego Botto, Pilar López de Ayala, Mercedes Sampietro, Eduard Fernández y Lluis Homar. Historia coral basada en varios relatos de Bernardo Atxaga contenidos en su obra "Obabakoak" que nos cuenta la vida de los habitantes de una remota aldea del norte de España (Obaba), en tres épocas distintas (la actual, los 80 y los 60), con un leve toque de realismo mágico y como esencia de la aldea global.
Obaba puede interpretarse tanto como una aldea global, como una representación de la zona en la que se ubica, o como una aldea concreta, cualquier aldea. Buena película, con algún sabio aforismo incluido, que hacia la mitad me enganchó con fuerza, pero que se me fue diluyendo poco a poco otra vez hacia el final. Por ejemplo, el aforismo esencial, el que encierra la principal lectura de la historia (de las varias historias que se cuentan), es más o menos "cualquier lugar es bueno para vivir, con tal de que te encuentres bien en él", y que se repite varias veces en la película.
Pues la sección de sabiduría ajena comienza con una frase muy relacionada con la película glosada hoy, básicamente desde el punto de vista del microcosmos de una aldea concreta, de cualquier aldea, incluso la global:
- "Incluso en las pequeñas ciudades, la gente, aunque se roce por la calle, vive como en planetas remotos entre sí, e incluso cuando se encuentran es muy difícil que lleguen a verse". (Antonio Muñoz Molina).
- "La pena que no acaba la vida, la costumbre de padecerla la hace fácil". (Miguel de Cervantes).
- "La pena de mi corazón se ha convertido en paz como el atardecer entre los árboles silenciosos". (Rabindranath Tagore).
- "Larga ausencia causa olvido". (refrán).
- "Mediante el recuerdo podemos disfrutar y renovar una felicidad más dulce que la gozada en la realidad con los sentidos embotados". (Robert Hamerling).
Besos y abrazos,
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