Matutino familiar

Viernes, 16 de septiembre de 2005

¡Buenos días!

Perfecto día, paradisíaco, con ambiente cálido, sin agobios, tierno, suave, luminoso, que incita al plácido hedonismo e infunde unas serenas ganas de vivir la vida. Como en los buenos momentos de una buena familia. ¡Ójala fueran así todos los días!, ... pero tienen que ser escasos pues necesitamos del contraste para poder apreciarlos en lo que realmente valen.

Ayer vi dos películas que tocaban más o menos tangencialmente el tema familiar, aunque de un modo irónico, algo cínico, cuando no extremadamente analítico, como el que disecciona en un laboratorio.

Por orden cronológico, ayer por la tarde vi en video "Secretos y mentiras", del año 1996, Palma de Oro en Cannes (además de otros premios), de Mike Leigh, y con Timothy Spall. Ya os dije en el matutino del viernes pasado, al hablaros de otro film de Mike Leigh, que estaba deseando verla ... y una amiga me la dejó. Pues las mismas sensaciones que entonces, impecable, magistral película, una aceradísima disección de la familia, utilizando técnicas de deconstrucción culinaria, tan de moda últimamente (estilo Ferrán Adriá), y de vuelta a construir. Película cuya tesis esencial es la verdad, que se desvela al final, y que aunque duela, deja mejores, útiles e infinitamente más bellas cicatrices en el alma que la mentira y el ocultamiento de la verdad. Os la recomiendo encarecidamente.

Ayer por la noche, en el cine, estuve viendo "Ninette", de José Luis Garci, y con Elsa Pataki (¡qué monumento de mujer!) y Carlos Hipólito. Algunos ya sabéis que no soy amigo de las pelis de Garci, por exceso de blandura y ñoñería; pero ésta, basada en dos obras teatrales de Miguel Mihura, "Ninette y un señor de Murcia" y "Ninette, modas de París", está contagiada del finísimo humor, ironía, e incluso algo de cinismo, todo muy amable, que tenía que escribir y vivir en la negra España de la posguerra, de las obras de Miguel Mihura.

La película me sorprendió, me pareció buena, y a ratos muy buena. Me hizo reir bastante a menudo, incluso a carcajada. Nos habla del amor y del matrimonio, con sutil ironía, en la España de la posguerra, a caballo entre los años 50 y 60. Gran parte de la historia está hablada en una especie de cutrecillo "françñol" (al modo spanglish), pues muchos de los personajes son emigrantes españoles en París. Impagable el personaje del amigo del señor de Murcia. Un descubrimiento para mí este Miguel Mihura, a pesar de ser a través del particular filtro de Garci, Mihura al que solo conocía de haberlo "lidiado", quiero decir, estudiado en la literatura del bachillerato.

Bueno, pues ahora a seguir familiarizándonos con la sabiduría ajena:

 - "La auténtica sinceridad consiste en abrir el corazón. Se encuentra en muy pocas personas, y lo que comunmente llamamos sinceridad, no es más que una simulación para conseguir ganar la confianza en todos los demás".  (La Rochefoucauld).

 - "Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro".  (Aldous Huxley).

 - "Estad siempre dispuestos a hablar con franqueza y evitaréis la compañía de los hombres ruines".  (William Blake).

 - "Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simultáneamente".  (Charles Dickens).

 - "La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho es más duradero".  (Oscar Wilde).

 - "El amor abre el paréntesis, el matrimonio lo cierra".  (Victor Hugo).

 - "El matrimonio es el resultado del amor ... como el vinagre lo es del vino".  (???).

 - "El amor tiene dos momentos deliciosos: el primero y el último; lo malo es el tiempo que pasa entre ellos".  (Jacques Chardonne).

 - "Mi mujer era una inmadura, yo estaba en casa en la bañera y ella entraba y me hundía los barquitos".  (Woody Allen).

Besos y abrazos,

Don.
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