20130705

Romántico matutino epistolar

Lunes, 18 de abril de 2005

¡Buenos días!

Los epítetos que hoy decoran el título de este matutino son eso, epítetos, adjetivos que no añaden nada a lo obvio, sino solo adornar; pues estos matutinos, muchas veces, son una declaración de amor romántico a la maravillosa ribera del Arlanzón; y desde luego, siempre, son una epístola que lanzo a los cuatro vientos (electrónicos).

Otro revoltoso día de primavera tenemos, con sol y nubes, amagos de chispeo, viento no demasiado incordiante y fresca temperatura, en torno a unos 10ºC. La ribera y alrededores está rebosante de pasión primaveral. Habrá que dejarse arrastrar por la corriente, que siempre habrá tiempo de remar hasta la orilla cuando sintamos vértigo primaveral.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo la película china "Carta de una mujer desconocida", de Xu Jinglei, y con ella misma. Está basada en un relato homónimo de Stephen Zweig, del que ya había una magistral versión de Max Ophuls en 1948, y que vi, y me entusiasmó, hace muchos años en TVE2.

Esta también está muy, muy bien, con ese toque oriental que tanto me gusta, parsimonioso y lleno de silencios. Historia delicada y sutil como una gasa, que nos cuenta un precioso amor romántico, en principio platónico, pero que tiene bastantes aterrizajes en la realidad de la vida. Historia de amores no correspondidos y de como siempre tenemos alguien a nuestro lado, y en el que no reparamos, que bebe los vientos por nosotros.

Pues antes de cerrar el sobre, como siempre, una poquita sabiduría ajena, que tal vez nos cure de algunos de nuestros romáticos males:

 - "Solo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos".  (Antoine de Saint-Exupéry).

 - "Amor primero, nunca olvidado, pero no postrero".  (refrán).

 - "Cuando la felicidad nos sale al paso nunca lleva el hábito con que nosotros pensábamos encontrarla".  (Madame Amie Lapeyre).

 - "Cuando se cierra una puerta a la felicidad, se abre otra; pero a menudo nos quedamos tanto tiempo mirando la puerta cerrada que no vemos la que se nos ha abierto".  (Helen Keller).

 - "Tan pronto como los labios se duermen, las almas se despiertan y empiezan a actuar; porque el silencio es el elemento repleto de sorpresas, de peligros, pero también de felicidad, en el cual las almas se poseen libremente".  (Maurice Maeterlinck).

Ssshhh ... ya no hablo más, me callo. Besos y abrazos,

Don.
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