Orfandad matutina

Jueves, 25 de octubre de 2007

¡Buenos días!

A pesar de algún eventual momento en que podamos sentirnos huérfanos de algo, esta esplendorosa ribera del Arlanzón, con toda su fauna de hadas y ninfas, a las que ya empiezo a volver a ver por ahí (algunas de ellas ayer por el cine), tras el pasado día de ceguera melancólica y añorante de recientes primaveras cuajadas de flores y abejitas, le hace sentirse a uno arropado, considerando incluso la plomiza nubosidad como si de una cálida manta se tratara. Los que no paráis por aquí no sabéis lo arrobadora y otoñalmente hermosa que está la ribera. Todo un deleite sensual, que no solo ocular.

Pues ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El orfanato", de Juan Antonio Bayona, y con Belén Rueda. Muy, muy buena película, a pesar de ser de sustos fantasmales y cuestiones esotérico-paranormales, a las que considero para anormales (es tan solo una opinión). Por estos motivos, a ratos me repelía, pero otros me parecía brillante; y conforme avanzaba la trama fui obviando mis repulsiones pues me fui apercibiendo de una segunda lectura, ya que creí ver que también nos contaba una historia sobre el dolor y los fantasmas que invaden a la gente cuando pierden un ser querido, mucho más si es un hijo pequeño.

Al final, me pareció una historia entretenida y emocionante, de las que te enganchas, y con algunas sorpresas y sustos, pero sin efectismos ni truculencias excesivas. Tenía reminiscencias de "El sexto sentido", de "Los otros" y de algún que otro film más. Vuelvo a repetir, muy buena y os la recomiendo si no os importa dar algún que otro salto en la butaca.

Pues para ampararnos ante alguna que otra orfandad afectiva que pudiera sobrevenirnos, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "Hay días llenos de viento, hay días llenos de furia, hay días llenos de lágrimas. Pero después, existen días llenos de amor que nos dan el coraje de ir adelante todos los días de nuestras vidas".  (M. Batagglia).

 - "Cuando nos invade la pena, un día dura tanto como tres otoños".  (Lê Thanh Tông).

 - "La felicidad es saludable para los cuerpos, pero es la pena lo que desarrolla las fuerzas del espíritu".  (Marcel Proust).

 - "Si por la noche lloras por no ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas".  (Rabindranath Tagore).

 - "Para la abeja laboriosa no hay tiempo de estar triste".  (William Blake).

Besos y abrazos,

Don.
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