Jueves, 28 de octubre de
1999
¡Buenos días!
¡Muy buenos días!, a pesar
de lo gris (ya no sé el número de días que llevo sin ver el sol, aunque los
árboles están preciosos y no sopla el pertinaz nortecillo que te desazona el
alma y el cuerpo), y del leve resfriadillo que estoy padeciendo.
El motivo, en muy gran
parte, de este optimismo vital que me corroe, a pesar de algunos pequeños
inconvenientes, es la sobresaliente, maravillosa, deliciosa, ... (no sigo, pues
el resfriadillo ha agotado mi capacidad memorística de epítetos) película que
vi ayer : "Mumford", de Lawrence Kasdan. Estuve
durante toda la película sintiendo unas agradables cosquillas en todas mis
neuronas, lo que denota que no solo me llegó al corazón, sino también al
intelecto (como diría Pedro Erquicia cada vez que despide su programa
"Documentos TV", en TV2: -"Una película para espectadores como
ustedes"). Es más, me costó dormirme pues estuve relamiéndome el delicioso
regustillo que me dejó la película.
A modo de historia cinéfila,
os diré que, entre otras sobresalientes películas de este director, destacaría:
"Fuego en el cuerpo" (impresionante Katheleen Turner, física y
artísticamente hablando), "El turista accidental" y "Grand
Canyon" (esta es bastante parecida en ciertos aspectos a
"Mumford"). Además ha sido guionista de la primera saga de "La
guerra de las galaxias" y de alguna película de "Indiana Jones".
Su cine como director es absolutamente antagónico a esos guiones
"alimenticios" (expresión con la que el actor español José Luis López
Vázquez expresa esas películas que no le son de su agrado y en las que
intervino porque ¡de algo hay que comer!).
En definitiva, qué os
recomiendo muy vivamente que veáis la peli, a pesar de que mi arrebatado
laudatorio de ella os pueda llevar a decepcionaros un poco (lo creo poco
probable, pero puede ser, pues para gustos, el arco iris, con toda su paleta de
colores), ante las expectativas que os pueda generar. Si la veis, o la habéis
visto ya, contrastad mi parecer en próximos "emilios".
Bueno, sin nada más que
contar me despido hasta la próxima.
Besos y abrazos,
Don.
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