20130201

Álgebra matutina

Viernes, 21 de julio de 2006

¡Buenos días!

Delicioso día veraniego de sol radiante, en el que me siento totalmente integrado con el paisaje que nos rodea, día que nos suma ganas de vivir y nos resta preocupaciones, elevándonos a la enésima potencia vital. Yo ando dividido entre mi amor por la ribera y por las hadas que lo habitan, aunque si opto por esto segundo es bastante probable que me multiplique. Por cierto, ¿puede la flora ribereña tener raíces cuadradas? ... bueno, dejo ya de derivar, es decir, de desvariar ...

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo otra de esas películas del ciclo veraniego en versión original. Se trató de la colombiana "Sumas y restas", de Víctor Gaviria, poeta y cineasta, estupenda película incómoda de ver, no solo por lo que cuenta, sino porque estaba subtitulada en la mitad de sus diálogos, hablados en una especie de slang colombiano, una jerga arrabalera que no había manera de entender, incluso con los subtítulos. A pesar de la otra ocupación del director, la película es la antítesis de la poesía.

Historia de violencia, supervivencia, ambición, sobre el lado oscuro del alma humana; y una natural, apabullante, descarnada y sobrecogedora disección del mundo de la droga, sin juicios de valor, que tiene lugar en la colombiana ciudad de Medellín durante los años 80, justo cuando se dió el boom del tráfico de cocaína. Nos muestra lo difícil que es no quedar al margen de ello; y una vez metido dentro, lo imposible que es salir.

El personaje principal, un ingeniero de clase media-alta, anda en la perpetua duda de como salir de sus problemas financieros, pero siempre con la firme decisión de no involucrarse en ese mundo ... hasta que esa decisión termina por desmoronarse por necesidad. Además, nos muestra las consecuencias de cualquier toma de decisiones, que cuando algo suma por un lado, necesariamente resta por otro. Hay lo que hay, y esto es lo que hay, pues en una población estacionaria, si alguien o algunos mejoran, necesariamente alguien o algunos tienen que empeorar.

Bueno, pues para maximizar lo bueno que podamos sumar y minimizar lo malo que podamos restar en nuestro devenir vital, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "El instinto dicta el deber, y la inteligencia da pretextos para eludirlo".  (Marcel Proust).

 - "He leído que tener amigos es buena cosa, y mala cosa tener necesidad de ellos".  (León Daudí).

 - "Mas vale poseer lo poco que esperar lo mucho".  (refrán).

 - "Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho".  (Francisco de Quevedo).

Besos y abrazos,

Don.
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