20130205

¿A qué sabe un matutino? ...

Martes, 11 de julio de 2006

... "sum, sum" ... ¿a qué huelen las nubes? ... "sum, sum" ... (¿recordáis aquel anuncio de la famosa marca de tampones y compresas femeninas?) ... bueno, que esto empieza a parecerse a una paja mental, volvamos al redil matutino ...

¡Buenos días!

Pues sí, hoy lo tengo más fácil ... me refiero a lo de tratar de averiguar el sexo de los ángeles, ... quiero decir, averiguar el olor de las nubes, pues éstas, a pesar de los presagios de recrudecimiento de la ola de calor, han decidido ponersenos como boina gris sobre nuestras cabecitas, al menos a la vera del Arlanzón, un lugar casi marciano en cuanto al clima peninsular se refiere, pues supongo que allende el sur seguiréis cociditos en vuestros propios humores. Hoy hace fresco, con viento y 19ºC al mediodía.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo otra película del ciclo veraniego en versión original, se trató de "El sabor de la sandía" ("The wayward cloud"), de Tsai Ming Liang, película premiada en varios festivales ... aunque no sabría muy bien deciros si me gustó o disgustó esta muy extravagante película, solo recomendable para gustos muy peculiares.

La historia ... ??? (por decir algo) ... se desarrolla en un Taiwan casi apocalíptico que lleva padeciendo una tremenda y pertinaz sequía, con grandísimas escaseces de agua y en el que las sandías cobran cierto protagonismo polivalente. Sucesión de escenas bastante absurdas, deslabazadas e inconexas, algunas de las cuales fueron divertidísimos momentos de delirante genialidad, y las más me dejaron frío y atónito, punteadas por unos números musicales muy del estilo del anuncio ese del principio (¿a qué huelen las nubes?).

Poco pude sacar en conclusión de este estrafalario film, que me produjo bastantes sinsabores, entre otras cosas que parecía un crítica a ciertos absurdos aspectos de la condición humana, y también una crítica a la mecanización del sexo, del sexo sin amor ... porque esta película está también punteada en ciertos momentos por escenas rayanas en la pornografía, pues el personaje masculino principal es un actor de películas porno, como la estupenda e impactante escena con la que arranca, una genial sublimación del sexo puro y duro, con sandía de por medio ... o la abrumadora escena final, demasiado larga, un delirio más de este taiwanés de origen malayo, paridor de este onanismo mental que es toda la película.

Bueno, pues para tratar de mitigar los posibles sinsabores vitales, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "Ser original es un mérito; quererlo ser es un defecto"  (A. Chauvilliers).

 - "Es curioso que se denomine sexo oral a la práctica sexual en la que menos se puede hablar".  (Woody Allen).

 - "El sexo tan solo es algo sucio cuando no te lavas".  (Madonna).

 - "No habléis mal de la masturbación. Después de todo es una manera de hacer el amor con alguien a quien se ama".  (Woody Allen).

Besos y abrazos,

Don.
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