Jueves, 22 de julio de 2004
¡Buenos días!
Estaba esta mañana mirando
al oriente desde mi cama, viendo como se elevaba el astro rey mientras me
deslumbraba con su radiante poderío veraniego, y me maravillaba de no quedarme
cegado, cuando me apercibí de que las somnolientas legañas impedían mi ceguera.
Una vez orientado mi camino hacia el lavabo, y lavadas mis legañas, me
maravillaba del esplendor veraniego de estos últimos días, verano cada vez más
esplendoroso y ardoroso, aunque nunca tan agobiante como más al sur, donde ya
deben (debéis) de estar cocidos en sus (vuestros) propios jugos.
Un buen sitio para librarse
por un rato de estos ardores térmicos estivales es una sala refrigerada de
cine, donde además podréis disfrutar de maravillosas películas, como fue mi
caso ayer por la tarde. Estuve viendo la película australiana "Japanese
story", en V.O.S., de Sue Brooks, y con Toni Collette y Gotaro
Tsunashima. Este film arrasó en los últimos premios de la academia australiana
de cine: mejor película, guión, directora, actriz, ... y a fe mía que lo
mereció ... maravillosa, estupenda, deliciosa película ... y banda sonora, con
varios temas de Ryuichi Sakamoto.
Nos cuenta la historia de
una geóloga australiana y un alto ejecutivo japonés que por relaciones
comerciales de sus respectivas empresas (una minera y una siderometalúrgica) se
conocen en el profundo desierto australiano. Son diametralmente opuestos, no se
comprenden, se desprecian (interiormente, que la cortesía impide mostrarlo), y
acaban perdidos en el desierto en una situación de supervivencia, ... y acaban
entendiéndose y teniendo una "historia". A raíz de ahí, una vez fuera
de peligro, continúan viaje por el desierto , de placer y negocios (mucho más
lo primero). Una loa al conocimiento del otro, del que desconocemos todo, ...
pero con voluntad (y amor) todo se aprende y comprende. ¡Qué viva la empatía!
El final es
"acongojante", tanto que no solo los congojos se me pusieron a la
altura de las amígdalas, sino que además éstos fueron barridos por un caudaloso
torrente lagrimal.
Pues ahora, un poco de
sabiduría ajena que nos oriente un poco:
- "Todas las felicidades se parecen, pero
cada desgracia tiene una fisionomía especial". (Tolstoi).
- "Cumplamos la tarea de vivir de tal
modo que cuando muramos incluso el de la funeraria lo sienta". (Mark Twain).
- "El mundo que me gusta es un mundo sin
límites ni fronteras, donde no hubiera una sociedad de naciones, sino una
sociedad de hermanos unidos". (José
Luis Sampedro).
Besos y abrazos sin límite,
Don.
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