Martes, 21 de septiembre de
2004
¡Buenos días!
Pues sí, mañana, jornada
equinoccial, tenemos que transbordar entre el verano y el otoño, y lo haremos
de manera equilibrada, como no podía ser de otro modo, ya que tenemos unas
mañanitas más bien otoñales, con viento fresco, algunas nubes y un poco de
melancolía por el verano que se nos va ... pero no importa, le queremos, le
dejaremos ir y seguro que vuelve la próxima temporada con renovados y cálidos
alientos.
Por las tardes, sin embargo,
para mantener el equilibrio equinoccial (y emocional), tenemos un delicioso
clima de suave verano, con sol, ausencia de destemplante brisa, y últimos
ramalazos de ardorosas emociones, que darán paso a una nueva vía de más
tranquilas emociones. En definitiva, una duda, una lucha, entre la realidad que
ya casi tenemos y el ideal que se nos va, ... pero como ya he dicho, no hay
problema, volverá con otros aires la próxima temporada, aunque quizás ya mismo,
en esta nueva estación vital a la que ya casi llegamos.
En estas transitorias
emociones andaba yo cuando iba camino del cine a ver otra película, con la que
ayudarme a hacer el transbordo entre la realidad y la ficción ... y viceversa.
Se trató de la excelente y preciosísima "El tren de Zhou You",
de Sun Zou, y con Gong Li, Tony Leung y Sun Honglei.
Una delicatessen llena de
poética sabiduría oriental sobre amores ideales y amores más cercanos y reales,
y sobre los tránsitos entre unos y otros, sobre pasión amorosa, amores
correspondidos y otros que aunque correspondidos no nos satisfacen tanto pues
la otra parte está con su pensamiento en otra estación (otra persona). Historia
de un triángulo, quiero decir cuadrilátero, amoroso en continuo trasiego de sentimientos,
con sus dudas y anhelos; todo con un leve barniz de melancolía.
En definitiva, una hermosura
de película, con una fotografía bellísima y con unas cuantas perlas de poética
sabiduría engarzadas en la refulgente joya que es este film. En algunos pequeños
detalles me recordó a la excepcionalmente deliciosa y exquisita "In the
mood for love (Deseando amar)", de Wong Kar Wai, otra joya fílmica que os
recomiendo desde ya mismo y que ya os glosé en su día (2001). Uno de esos
detalles fue la música ... ¡lógico!, pues leyendo una crítica a la salida del
cine descubrí que tienen el mismo compositor. Todo esto me lleva a pensar que
soy un enamorado del cine oriental, en concreto del chino, japonés, coreano,
... además de por sus preciosas féminas de piel de porcelana.
Pues transbordemos un poco
de la sabiduría ajena a nuestros corazones e
intelecto:
- "Hay un secreto para vivir con la
persona amada: no pretender modificarla"
(Chardonne).
- "La capacidad del corazón para la
melancolía, como la naturaleza, según los antiguos, tiene terror al vacío. No
intentéis nunca vaciar vuestro corazón del viejo dolor que os fastidia, porque
enseguida se llenará de uno nuevo".
(Amado Nervo).
- "Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar. Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú dónde va?" (Gustavo
Adolfo Bécquer).
- "La poesía es el diario de un animal
marino que vive en la tierra y que quisiera lanzarse por los aires. La poesía
es la búsqueda continua de sílabas para dispararlas contra las murallas de lo
desconocido e inescrutable". (Carl
Sandburg).
Besos y abrazos,
Don.
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