20131006

Matutino en el colorido paraíso

Martes, 7 de septiembre de 2004

¡Buenos días!

Pues sí, esto parece un colorido paraíso, con el ya habitual verdor lozano de la ribera, y ahora con la variopinta paleta de los rosales en flor de los parterres de la avenida, rebrotando en su segunda primavera. Además, para realzar la sensación de paraíso, que solemos asociar a tropicales islas, tenemos un cálido y húmedo vientecillo del sur que nos proporciona una sensación de estar en la playa en esta habitualmente árida meseta, aunque estemos a más de 800 metros de altitud y a más de 150 Km. de distancia de la playa más cercana.

De verdad, deliciosas sensaciones que he tenido en mi paseíto mañanero a la búsqueda del vivificante cafetito de mediodía. Sensaciones acrecentadas por la lujuriosa visión de apetitosas féminas, pululando por doquier, aparentemente insinuantes, y ataviadas con sugerentes, delicadas y escasas gasas, y con escuetas sandalias, apenas obviando una pequeña parte de sedosa piel. Toda una orgía sensual (de vista, de olor, y de ... virtuales tacto y gusto), como no puede ser menos en cualquier paraíso que se precie.

Todo este torrente de sensuales sensaciones, tal vez, en parte, pueda ser debido a la exquisita película que vi ayer tarde en el cine, y que me transportó al paraíso cinematográfico. Se trató de la producción iraní "El color del paraíso", de Majid Majidi, y que tiene varios premios en festivales. Ya os hablé el pasado julio de otra maravilla de este director, "Baran", que creo que todavía echan en los cines de Madrid. Ésta es más antigua y lo dudo.

Preciosa y emotiva historia de un niño ciego al que su padre viudo ve como una traba para volver a casarse, a pesar de la inteligencia y sensibilidad de su hijo. Vuelvo a insistir, una exquisitez de película, con una hermosísima fotografía, poesía en imágenes con una bellísima historia de abuelas, padres e hijos llena de simbolismo, a ratos algo desgarrada y que es posible que os haga llorar. Me puso la carne de gallina. Os la recomiendo encarecidamente.

Pues para que nuestras neuronas anden rondando por sus particulares paraísos de sabiduría, nada mejor que ayudarlas con un poquito de sabiduría ajena:

 - "¡Cuán fácil es rechazar los pensamientos molestos o que no nos convienen y hallar inmediatamente la calma absoluta!"  (Marco Aurelio).

 - "Los jóvenes tienen suerte, pues han de ver cosas magníficas".  (Voltaire).

 - "Ya muy viejo, Salomón, de un niño tomó lección".  (refrán).

 - "Con la libertad, los libros y la luna, ¿quién no sería feliz?"  (Oscar Wilde).

 - "No comprendo como se puede pasar delante de un árbol sin sentirse feliz. ¡Cuántas cosas bellas ocurren a cada paso!: mirad al niño, contemplad los ojos que os miran y admiran!"  (Fedor Dostoievski).

Ciertamente, a pesar de su ceguera, con el niño protagonista de esta película se cumple esta sabia cita.

Besos y abrazos,

Don.
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