Jueves, 30 de septiembre de
2004
¡Buenos días!
Ciertamente, de veras, este
matutino, y muchos otros, son una loa a la vera del Arlanzón, tan esplendorosa
siempre, siempre incitándole a uno a sumergirse en y a retozar con ella. De
verdad, creedme si os digo que hoy está arrobadoramente insinuante, soleada,
cálida y amorosamente acogedora ... bueno, maticemos esto con el sabio dicho de
... "nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que
se mira" ... y parece ser que mi cerebro siempre coloca el mejor filtro
posible cada vez que la enfoca ... cosas del enamoramiento.
En estos juegos amorosos con
mi bien amada ribera andaba yo imaginando ... cuando ayer por la tarde volví a
otra de mis verdaderas pasiones, las películas, a las que también adoro. Estuve
viendo "El juego de la verdad", de Álvaro
Fernández Armero, y con Tristán Ulloa, Natalia Verbeke, Oscar Jaenada y María
Esteve. Un film regularcillo sobre la cascada de consecuencias que se producen
y cambian nuestro mundo cuando se dice la verdad de lo que pensamos,
despojándonos del leve barniz de hipocresía que nos permite vivir en sociedad.
Tuvo algunos momentos realmente divertidos, pocos ... y nada más.
Pues para ayudarnos a
matizar las supuestas verdaderas verdades, nada como un poquito de sabiduría
ajena:
- "En un compromiso social, aquello que
es más difícil de hacer acostumbra a ser lo que se tiene que hacer". (Una de las leyes de Murphy).
- "Mucha gente asimila el buen carácter
con fórmulas de cortesía; y a un hombre que las use con frecuencia y hable de
'su querido amigo' y tenga la costumbre de preguntar por su familia, se le
considera un hombre afectuoso y amable ... ". (Pío Baroja).
- "La alabanza es buena cuando es bueno
el que la dice, y es mala cuando es vicioso y malo el que alaba". (Miguel de Cervantes).
- "La experiencia nos ha demostrado que a
la persona no le resulta nada más difícil de dominar que su lengua". (Baruch Spinoza).
Besos ... (sin lengua) ...
;-) ... y abrazos,
Don.
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