Jueves, 14 de octubre de
2004
¡Buenos días!
Aunque todavía son escasas,
ya queda menos para ver montañas de hojas otoñales por el suelo de la ribera,
por entre las que pasear con placer, haciéndolas crujir a nuestro paso. Sin
embargo, el clima sigue otoñal, fresco, ventoso, con nubes y sol, aunque la
flora aún no quiera darse plenamente por aludida, y el verdor lozano siga
enseñoreándose de sus copas, lo que aún hace mantener en nuestro espíritu la
brasa ardiendo del verano que ya pasó y que nuestra alma anhele escalar las
empinadas y orondas montañas femeninas, esas que se ven por entre algún que
otro aventurero escote vertiginoso y que no teme al frío. Cosas del ardor
mesetario, que de cuando en cuando se deja asomar en esta árida y fresca
planicie, surcada por la insinuante y exuberante lozanía del canalillo de la
ribera del Arlanzón.
Pues dado que la escalada de
esas apetitosas y carnales colinas, fuente de vida y placer, me está muy
complicada últimamente, no me quedó otra que irme al cine a sumergirme en
fantasías montañeras ... pero, ¡oh, cielos!, lo que me dispuse a hacer ayer por
la tarde fue ver un docudrama, un documental dramatizado sobre montañismo. El
estupendo, estupendísimo documental británico (los mejores del mundo en esto
del documental, según mi opinión) "Touching the void (Tocando el
vacío)", de Kevin McDonald.
Al estilo de la serie
documental de TVE "Al filo de lo imposible", nos cuenta una historia
real de sufrimiento y supervivencia de unos montañeros ingleses en una cima
andina del Perú (año 1985). Hay más acción y emoción que en el 99% de las películas
de acción de Hollywood juntas; y todo con la paradójica calma y parsimonia que
rodea la visión de cualquier espectacular paisaje de alta montaña. A base de
entrevistas a los reales montañeros, intercaladas con la dramatización de lo
sucedido con otros "actores-montañeros", te mantiene pegado a la
pantalla casi sin parpadear y agarrándote por el gaznate para que no te estalle
la emoción más arriba.
Recomendabilísima para
avezados montañeros, ... y para senderistas de "andar por casa", como
yo, a quien gustan los senderos ya trillados, aunque de cuando en cuando me
deje arrastrar de mala gana por aventureros caminos de cabras, por algunos que
otros amigos y amigas. En definitiva, recomendable para todo el mundo, aunque
no sean simpatizantes de la montaña.
Ahora un poco de sabiduría
ajena, que a modo de piolet nos ayude a escalar la complicada montaña que es la
vida, comenzando por una cita ya enviada anteriormente y que resume
perfectamente la peripecia de esos montañeros:
- "Sí, la vida es eso. Por muy atrás o muy
adelante que se mire. Una pertinaz llama en la barbacoa de los huesos, esa
necesidad de andar un poco más de lo posible, de resistir hasta el fin, de
cruzar una raya, un límite, de durar todavía, más allá de toda desesperanza y
resignación". (Augusto Roa Bastos).
- "Las grandes almas tienen voluntad, las
débiles solo tienen deseos".
(Proverbio chino).
- "Cuanto mayor es la dificultad, mayor
es la gloria". (Cicerón).
- "No es porque las cosas son difíciles
que no nos atrevemos, es porque no nos atrevemos que son difíciles". (Séneca).
- "La forma en que las personas hacen
frente al sufrimiento y a la pérdida de sus capacidades dice mucho de
ellas". (Anónimo).
Besos y abrazos,
Don.
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