Jueves, 16 de septiembre de
2004
¡Buenos días!
Pues no, no se acaban estos
matutinos ni este será el último ... creo ... sino se trata de que el verano,
al menos por estas tierras, ha llegado a su final, a pesar de que todavía queda
una semanita para su remate astronómico, el equinoccio de otoño. Aunque hoy
tenemos un radiante solecito, que no es ocultado por unos aborregados
algodoncillos nubosos, y que no consigue elevar las frescas temperaturas. Ahora
unos 11ºC, y no creo que pasemos, como ayer, de los 15ºC.
Ayer tarde vi en el cine
"La terminal", de Steven Spielberg, y con Tom
Hanks y Catherine Zeta Jones (¡Dios mío, que guapa sale!). Entretenida historia
sobre un ciudadano extranjero, sin apenas conocimiento del otro idioma,
retenido por cuestiones burocráticas en un aeropuerto durante mucho tiempo, y
que está inspirada en un hecho que ocurrió en la realidad. Divertida a ratos,
por la situación kafkiana que vive el individuo, lo mejor del film, pero que no
me gustó por la ñoñería y el sinsentido de las historias amorosas que se dan, y
por otros detalles (cosas de los gringos), como cuando sale
"heroicamente" del aeropuerto. En definitiva, una película bastante
regularcilla.
Y para acabar, como siempre,
un poco de sabiduría ajena que termine de orientarnos:
- "Entre los dones propios del hombre,
ninguno excede a éste del idioma en la eficacia para demostrar el estado de su
inteligencia, que se refleja necesariamente, con rigor fotográfico en los
diversos medios de expresión".
(Ángel Ganivet).
- "Se repite una tontería, y a fuerza de
repetirla, terminamos por estar persuadidos de ella". (Voltaire).
- "Cuanto más simple es una cosa, más
difícil es cambiarla". (Una de las
leyes de Murphy).
- "El hombre cauto jamás deplora el mal
presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras". (William Shakespeare).
En cierto modo, el
protagonista de la película cumple con esta shakespeariana máxima.
Besos y abrazos,
Don.
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