Lunes, 27 de septiembre de
2004
¡Buenos días!
Espero que estos matutinos
sean, para bien, como el retablo de las maravillas cervantino, ese para el que
se necesitaban ciertas condiciones de pureza para poder verlo adecuadamente,
pues era invisible, no existía, era una especie de timo. Yo no os exijo esas
condiciones, simplemente espero que tengáis parecido punto de vista que yo
sobre lo que nos rodea, con lo que creo que se elimina lo negativo del retablo
(¡y además no cobro por él!).
Delicioso clima este fin de
semana en Madrid. Sol radiante, temperatura agradabilísima. Vitalismo a
raudales. Sin embargo, esta fresca mañanita tenemos unas nubes grises que nos
tamizan una luz ligeramente sombría, preparando al bosquecillo de la ribera del
Arlanzón para el maravilloso y esplendoroso otoño que ya empieza a impregnar
todo nuestro ser, como por ejemplo el anhelado y variopinto colorido de ocres y
amarillos que inundará nuestras pupilas en breve, pues ya las primeras y
despistadas canas arbóreas pululan por el suelo, indicando el camino al resto.
Ayer por la tarde estuve en
el Teatro Principal de Burgos viendo un espectáculo de "Els
Joglars". Se trató de "El retablo de las
maravillas. Cinco variaciones sobre un tema de Cervantes".
Ciertamente, nos
representan, a su estilo, el entremés cervantino "El retablo de las
maravillas" y luego hacen cuatro versiones más aplicadas a la actualidad,
que demuestran su vigencia cuatro siglos después. En resumen, nos cuenta como
los cretinos pueden vendernos la nada a costa del temor de sus semejantes a
parecer cretinos. Con su cáustico sarcasmo se despachan a gusto con La Iglesia,
el arte de vanguardia, la cocina de vanguardia y la política, que no hacen casi
otra cosa que vendernos humo como algo realmente sólido. Imprescindible obra si
queremos sanear nuestras neuronas con aire fresco.
Y continúo soplando más con
un poco de sabiduría ajena:
- "El corazón es, a veces, honrado; la
inteligencia es siempre más o menos bribona". (Lemesle).
- "Es más fácil que te lo perdonen, no
que te lo permitan". (Una de las
leyes de Murphy).
- "Al hombre pobre no le salen
ladrones". (refrán).
- "Los verdaderos amigos son los que te
dicen que tienes la cara sucia".
(Proverbio siciliano).
- "La sinceridad consiste en abrir el
corazón. No es frecuente encontrarla en muchas personas, y lo que comúnmente
denominamos sinceridad, no es más que una simulación para conseguir la
confianza de los demás seres humanos".
(La Rochefoucauld).
Besos y abrazos,
Don.
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