Miércoles, 5 de enero de
2005
¡Buenos días!
Otro radiante, aunque hoy
más gélido, día de invierno, la víspera de los Reyes Magos, en el que casi yo,
incluso como mortal, podría caminar sobre las aguas del Arlanzón si este no
bajara tan turbulento e impetuoso, se remansara un poquito, y diese oportunidad
a que se helara, pues anoche hizo bastante frío, unos -7ºC, y esta mañanita
unos -1ºC. Si fuera un dios, estas trivialidades meteorológicas no me
impedirían caminar ni siquiera sobre unas aguas al punto de ebullición,
levitando por entre ellas como por entre mis imaginativos y bulliciosos éteres.
Ayer por la tarde volví a la
sala de cine a ver otro film, a ver si mi imaginación volvía a planear por
entre imaginarios mundos cinematográficos. Estuve viendo la producción israelí
"Caminar sobre las aguas", de Eytan Fox, y con
Lior Askenazi, Knut Berger, y Carolina Peters.
Muy buena película sobre un
agente que asesina para el servicio secreto israelí, y de como cambia su mundo
personal debido a lo que le va sucediendo. Historia sobre el conocimiento del
otro, tan extraño y distinto a uno mismo, y de como se puede congeniar; que me
recordó bastante, en su primera parte, a la estupenda película australiana
"Japanese story", que vi y os glosé el pasado verano. Pero también
nos habla, entre otras cosas, de como los hombres, algunos hombres, se creen
Dios, el Dios vengador, y de como otros se creen o pueden llegar a creerse
Jesucristo, el que caminó sobre las aguas, y de como a veces ambos pueden
llegar a coincidir, si se dan las circunstancias apropiadas. Otro de los temas
del film queda resumido en la frase que ilustra el cartel: "Solo el pasado
es imposible de cambiar".
Pues para caminar con mayor
fluidez sobre las turbulentas aguas de la vida, nada como un poquito de
sabiduría ajena:
- "La amistad proyecta un rayo de
esperanza sobre el futuro e impide que nuestro corazón vacile o se pierda por
el camino. Pues el hombre que no aparta la vista de un verdadero amigo, no la
aparta, por así decir, de un modelo de si mismo". (Cicerón).
- "Las querellas no durarían mucho si el
error estuviera en una sola parte".
(La Rochefoucauld).
- "Solamente puedes tener paz si tú la
proporcionas". (María von Ebner).
- "La primera condición para la paz es la
voluntad de lograrla". (Juan Luis
Vives).
Besos y abrazos,
Don.
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