Lunes, 3 de enero de 2005
¡Buenos días!
Pues no, ni me emborraché
estas navidades con whisky, ni me ocurrió ninguna catástrofe, pues me libré del
nevadón en Burgos el día de navidad (estuve toda la semana pasada en Madrid),
en el que cayeron entre 70 y 80 cm. de nieve en un solo día, lo que originó
alguna catástrofe entre el personal de mi oficina, pues uno de ellos está con
el brazo en cabestrillo (al menos dos meses de baja), al patinar sobre la nieve
helada. Si acaso, el título se parece más a la gracieta del fichero adjunto,
que os envié hace ya unos 5 años: se trata de una catastrófica receta de pavo
al whisky.
Sin embargo, hoy tenemos un
precioso día de invierno, con temperaturas agradables, sol y nubes (más nubes
que sol), y todavía montañas de nieve apiladas por las aceras.
Estas minivacaciones
navideñas en Madrid, para que me mimaran mis papis, he visto en el cine una
película uruguaya. Se trató de "Whisky", de Juan
Pablo Rebollo y Pablo Stoll, y con Andrés Pazos, Mirella Pascual, y Jorge
Bolani. Muy buena película, sobria y sutil, muy sutil y muy sobria. Estupenda
historia de unos personajes destartalados y algo averiados emocionalmente (al
menos dos de ellos), como el entorno en el que viven y trabajan. Película sobre
la monotonía y la rutina de nuestras vidas y de los resquicios por los que es
posible escapar de ello, si lo queremos; y película también sobre las
apariencias, las falsas apariencias, pues el título, "Whisky", tan
solo se refiere a la palabra que se dice allá, allende "el charco",
en Sudamérica, para sacar una sonrisa en las fotos, muchas veces fingida. Acá,
en España, la palabrita en cuestión es "patata".
Ayer, cuando llegué a
Burgos, vi en el cine la película "Una serie de catastróficas
desdichas", de Brad Silberling, y con Jim Carrey, Timothy
Spall, Meryl Streep, y los tres niños protagonistas. Muy, pero que muy buena
película, con fabulosas imágenes y estupenda banda sonora de Thomas Newman.
Estupendo cuento de ambiente gótico, totalmente alejado de las blandenguerías
al uso, y que me entusiasmó. Os recomiendo que la veais, por lo inteligente de
la historia (basada en una serie de cuentos de Daniel Hadler), y para que os
dejéis cautivar como niños por la historia, recuperando esa parte infantil
nuestra que a veces se nos queda dormida y que conviene espabilar de vez en
cuando.
Pues para que podamos
siempre sobrellevar con dignidad las pequeñas catástrofes de la vida, un poco
de sabiduría ajena, tal y como hacen los tres niños protagonistas del cuento
para superar las suyas:
- "Los avaros son comparables a las
abejas: trabajan como si fueran a vivir eternamente". (Demócrito).
- "Se habla por cualquier cosa, la
palabra es vana e insustancial, pero cantar supone exaltación espiritual; solo
el corazón canta. Se puede cantar sin palabras y convencer con el silencio
cuando el silencio es voz del corazón".
(Jacinto Benavente).
- "No ha aprendido la enseñanza de la
vida aquel que no supera un temor cada día". (Emerson).
- "La sabiduría es una tranquilidad del
alma que por nada puede ser turbada y que ningún deseo inflama". (Nicolás Boileau).
Esta cita resume
perfectamente esta sección de sabiduría ajena de los matutinos. Besos y
abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario