Martes, 19 de octubre de
2004
¡Buenos días!
No me seáis negativos y
penséis tan solo en la acepción negativa de espantoso (horroroso), sino en la
positiva, ya que espantoso es sinónimo también de maravilloso; y maravillosa
está la ribera con su débil luz tamizada por tupidas nubes grises que no dejan
de derramar una lluvia fina y caladera, un calabobos, ... como yo, que ando
embobado, bebiendo los vientos (y las lluvias) por mi riberita del Arlanzón,
sin paraguas que me proteja (lo llevaba esta mañana en la mano por si me
embebía o empapaba demasiado).
Pues también en estas mismas
condiciones climáticas (y anímicas) me encaminé ayer tarde al cine a ver otra
peliculilla que me sacara de ... o me metiera más en ... este atolondrado
desvarío. Estuve viendo "El espantatiburones",
película de animación por ordenador que, según rezaba su publicidad, era de los
mismos que "Shrek", film que me entusiasmó. Desde luego, no fue
espantosa (en su acepción negativa), fue tolerable, pero tampoco nada del otro
mundo. Historia del montón, demasiado convencional, y quizás, tampoco estoy muy
seguro de esto que voy a decir, solo apta para niños, pues éstos tampoco suelen
ser bobos.
Una anécdota: ayer tarde fue
la primera vez en mi vida que estuve completamente solo en una sala de cine ...
como si yo fuera el espantaniños y todos hubieran salido despavoridos ante mi
presencia ... :-)) ... ¿o fue que el espantatiburones de la película también
era un espantaniños? ... :-) ...
Pues para sacarme el mal
sabor cinéfilo, os cuento que este fin de semana estuve viendo de nuevo, en DVD
o en Canal+ (en casa de mis padres), tres maravillosas películas que nuevamente
os recomiendo ver, si no lo hicisteis ya: "Mi vida sin mí", de Isabel
Coixet; "Quiero ser como Beckham (Bend it like Beckham)", de Gurinder
Chadda; y "Retratos de una obsesión (One hour photos)", de ...
Ahora, para curarnos de
espanto de la azarosa vida que nos rodea, nada como un poco de bálsamo de
sabiduría ajena:
- "La gloria puede ser breve, pero la
oscuridad, permanente". (Una de las
leyes de Murphy).
- "Yo conozco al pueblo: cambia en un
día; derrocha pródigamente igual su odio que su amor". (Voltaire).
- "La vanidad es como un mendigo que pide
con tanta insistencia como la necesidad, pero es mucho más
insaciable". (Benjamín Franklin).
- "Me avergüenza al alabanza porque me
satisface en secreto".
(Rabindranath Tagore).
- "El hombre se cree siempre ser más de
lo que es, y se estima en menos de lo que vale". (Rivarol).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario