Miércoles, 15 de diciembre
de 2004
¡Buenos días!
Miro por mi ventanal a la
ribera y la veo esplendorosamente misteriosa con su boina neblinosa flotando
por encima de sus copas arbóreas, que parece que la niebla, con parsimonia, va
levantando poco a poco. A ver si al mediodía nos luce otro radiante solecito,
ya casi de invierno. Y aunque mire a través del ventanal, no deseo lo que veo
enfrente: me refiero a la boina neblinosa, en este caso sobre mi cabeza, que
luego me voy dando trompicones por las esquinas; estoy bastante contento con
solo mis legañas, que mis neblinas neuronales parece que hace unos días que se
esfumaron y todo se ve con más claridad.
Y no matutina, sino
vespertina es la ventana cinematográfica a la que muchos días me asomo,
buscando a veces paraísos que no encuentro, cuando muchas veces están en mis
meteorológicas neuronas. Ayer por la tarde estuve viendo la muy, pero que muy
buena película italiana: "La ventana de enfrente"
("La finestra di frente"), de Ferzan Ozpetek, y con Giovanna
Mezzogiorno (con un bello rostro tan radiante como la luz del mediodía), Máximo
Girotti, Raoul Bova y Filippo Nigro.
Nos cuenta la historia de
una pareja, y de como empieza a cambiar su mundo a partir de su encuentro por
la calle con un anciano amnésico. Pero también nos habla de amor, de la vida en
general, de lo bonito que nos parecen las cosas que vemos enfrente de nosotros
cuando nos parece que lo nuestro es anodino, de que cuando tenemos posibilidad
de ver lo nuestro desde enfrente ya no es tan anodino, de anhelos incumplidos,
de tratar de realizar nuestros sueños. En definitiva, como decía el director en
una entrevista que leí: para querer al resto, antes debemos querernos a
nosotros mismos ... o como dice nuestro refrán: "El amor bien entendido
comienza por uno mismo".
En definitiva, una estupenda
película que me encantó, por lo que cuenta, por como está contada, por sus
imágenes, por su banda sonora, ... y que desde ya os recomiendo que vayáis a
ver. Este film ganó cinco premios "Donatello" italianos, equivalentes
a los "Goya" españoles, a los "Cesar" franceses, o los
"Oscar" gringos.
Bueno, pues ahora un poquito
de sabiduría ajena que nos abra ventanas mentales que ni sospechábamos que
pudiéramos tener:
- "Amar la vida es amar el cambio, la
corriente, el perpetuo movimiento. El vitalista no ha domesticado la vida con
sus hábitos porque sabe que la vida es algo mucho más fuerte que uno
mismo". (Maite Larrauri).
- "No importa conocer cual de los dos
esposos ha aportado mayores bienes al matrimonio. Lo que más importa saber es
que aquel de los dos que se conduzca en el matrimonio con más sensatez, es el
que ha hecho una aportación mayor".
(Jenofonte).
- "Donde mores, no enamores". (refrán).
- "Los recuerdos son cuernos de caza cuyo
sonido muere en el viento".
(Guillaume Apolinaire).
Besos y abrazos,
Don.
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