Martes, 16 de abril de 2002
¡Buenos días!
Y la climatología nos está
bailando, aunque ahora un lento, pues con timidez nos va llevando hacia una
deseada primavera. Sin embargo, en pasados días nos zarandeó con ajetreados
vaivenes en forma de frío, nieve, lluvia y viento, al más puro estilo rock
(contundencia climática).
Y ayer tarde estuve viendo
"Monster's ball" (ball no es pelota, sino
baile), de Marc Forster, y con Billy Bob Thornton (¡otra vez!) y Halle Berry
(la oscarizada de este año). Descubrí a este actor en "Bandits" hace
pocos meses, y repetí ayer y hoy con él. Tres excelentes películas y un actor
que me encanta.
Pero pasemos a la glosa de
la película: hermoso, hermosísimo film, como la deliciosa frutilla del bosque o
baya que es Halle Berry, aunque frío como un témpano y contundente como un
golpe de un gran canto rodado, especialmente al principio, pero trufado de
tenues toques de ternura y esperanza. Delicioso tempo lento, que me encanta, y
magnífica banda sonora.
Esta película, junto con la
de ayer, me parecieron deliciosas, y ésta me toco un poco más el corazón, con
dulzura y suavidad, y la glosada y laureada ayer por mí, con el particular modo
de contar las cosas de los Coen Bros., un poco más el intelecto. Buena racha de
suerte fílmica.
Y las frases de sabiduría
ajena para hoy, con cierta relación con la peli, como suele suceder a menudo,
son:
- "Perdona a tu hijo si confiesa su
falta, también si la oculta, pero no si la niega" (Pitágoras).
- "Los hombres se acuerdan más de lo mal
hecho que de lo bien hecho"
(Demócrito de Abdera).
Besos y abrazos,
Don.
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