Martes, 12 de febrero de
2002
¡Buenos días!
Y mejores días si hace sol,
como hoy, pues aunque las previsiones ponen soles por doquier estos últimos días,
donde hay nieblas o neblinas, como en Burgos ayer, la temperatura baja
bastante, acrecentando el malestar térmico el insidioso vientecillo burgalés.
Y monstruosos días pues
llevo estos dos últimos algo adormilado, y me tiro unos bostezos rugientes que
ni el más horroroso monstruo de vuestras peores pesadillas. ¿Estaré saliendo de
la hibernación, gracias a esos tibios rayos de sol invernal que se escapan por
entre los resquicios de las neblinas?
Antes de ayer domingo estuve
viendo en el teatro a Pablo Carbonell y sus irreverentes y divertidas
canciones.
Y ayer estuve en el cine
viendo "Monstruos, S.A." ("Monsters,
Inc."), película de animación digital, producida por la Disney (Pixar).
Muy buena, especialmente la imaginativa historia (con una encantadora nenita) y
obviamente la técnica digital, que avanza a pasos agigantados ante nuestros
ojos y gracias a los cada vez más potentes ordenadores y programas. Como
ejemplo de esto, observad la impresionante definición y movimiento de los pelos
del personaje principal.
Es para niños, y tal vez por
eso le falte ese toque gamberrete y rompedor de la peli de este tipo que más me
ha gustado, "Shrek", para niños, adolescentes y adultos. Cosas de la
melosidad de la Disney. Aún así es muy buena, original y divertida, y no
demasiado melosa. Aguantad hasta el final, pues durante todos los créditos del
final continúa la historia, con algún receso que parece que ha terminado, la
gente se va, y se pierde más cosas.
Pues las frases ajenas del
día son:
- "Que yo sepa, no hay guerras por
amor" (Mario Benedetti).
- "¿Para qué la pompa y la vanidad?
Desnudo nací, desnudo moriré"
(Paladio).
Besos y abrazos,
Don.
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