Viernes, 12 de abril de 2002
¡Buenos días!
Pshhh ... pues no sabéis
como está el tiempo. Si os lo cuento resulta que no os lo ibais a creer. ...
Bueno, bueno, no insistáis tanto, pero el caso es que en plena primavera está
haciendo un frío que pela, que nieva, que llueve, que ... pero ¡ah!, ¡qué ya lo
sabíais!, bueno, bueno, pero me han dicho de buena tinta que este fin de semana
va a mejorar ...
... Y esto no se lo digáis a
nadie, pero ayer fui al teatro a ver "Las alegres comadres de
Windsor", de William Shakespeare. Va de amores y amoríos, de
burlados y de burladores, y de amores burlados y burlones, y de comadreo y
compadreo, ... vamos, la vida misma, vista y analizada con el afilado humor
shakespiriano. Muy, pero que muy bien interpretada.
Y como sabias frases ajenas
para hoy, comenzaré con una ya enviada la semana pasada, muy al caso de este
matutino, y con otras relativas al amor:
- "En la comedia del amor, los enfados
son intermedios que preparan el siguiente acto" (Tournier).
- "El egoísmo y el amor a sí mismo, lejos
de ser idénticos, son realmente opuestos: es verdad que las personas egoístas
son incapaces de amar a los demás, pero tampoco pueden amarse a sí
mismos" (Erich Fromm).
- "La afirmación de la vida, felicidad,
crecimiento y libertad propios, está arraigada en la propia capacidad de
amar" (Erich Fromm).
- "Las mismas palabras (por ejemplo, un
hombre que dice a su mujer "te amo") pueden ser triviales o
extraordinarias según la forma en que se digan" (Simone Weil).
Pues eso, besos y abrazos,
Don.
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