Jueves, 14 de marzo de 2002
¡Buenos días!
Muchachos y muchachas
paseando indolentes de vuelta de sus clases veo a través de mi ventanal, sin
importarles la llovizna que cae, ni el desazonante ventarrón que sopla a ratos,
y que hizo que me destemplara en mi rato de paseo, camino y de vuelta de mi
cafetín mañanero. Será que como deje de ir a clases hace tiempo he perdido esa
resistencia a las inclemencias meteorológicas, ... tal vez, ... o quizás es que
cual gallina clueca estoy incubando algo, no sé que clase de microbios serán.
Sigue lloviznando sin pausa, pero ahora tenemos nubes de otra clase, negras
como una boca de lobo, que no presagian sino un gran chaparrón. Cual Noé me
pondré a construir una barca en la que poder navegar muy marineramente en esta
procelosa climatología.
Ayer estuve en el cine
viendo "Gosford park", de Robert Altman,
película coral donde las haya, donde es realmente difícil ubicar la ingente
cantidad de personajes que aparecen. Lo conseguí a medias hacia el final de la
peli.
Sutilmente corrosiva,
delicadamente demoledora, se parece en ciertos aspectos a una novela de Agatha
Christie y a aquella buenísima serie de TV inglesa "Arriba y abajo",
donde se muestra la vacuidad y podredumbre de las clases altas, y el vitalismo
y sentido común de las clases bajas. Amén de la crítica social tiene una
divertida investigación policiaca con asesinato a partir de la mitad de la
peli, con un detective de pandereta, al estilo Inspector Clouseau. Estad
atentos a los montones de leves sugerencias de la peli, que hay que cazar al
vuelo y que van tomando sentido hacia el final. Muy, muy buena, y que me dejo
un dulce regustillo cuando terminó.
Y como casi siempre, para
terminar, dos sabias citas en cierta relación con la peli:
- "No es mucha verdad, como argumentaba
Descartes, que sea el sentido común la virtud que se encuentra mejor repartida.
Cierto es que casi todos entienden que están bien provistos de esa
cualidad" (Amando de Miguel).
- "Compra solamente lo necesario, no lo
conveniente. Lo innecesario, aunque cueste un sólo céntimo, es caro" (Séneca).
Este Séneca tenía una
agudísima visión de la vida, vista desde su estoicismo, y es de una sabiduría
demoledora. No hemos inventado casi nada desde la antigüedad, salvo técnicos
artilugios que muchas veces no necesitamos en realidad.
Besos y abrazos,
Don.
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