20130403

Espirales matutinas

Jueves, 9 de febrero de 2006

¡Buenos días!

La única espiral que hoy concibo es la que me enajena, esa que cuando observo la hermosa ribera del Arlanzón me produce bienestar, y ese bienestar hace que vea aún más bella si cabe a la ribera y sus circunstancias, ... más bienestar ... más belleza ... más bienestar ... Y digo, y creo, que es la única, pues el clima hoy es tán soleadamente plácido que ni el más leve remolino ventoso alteraría mi hedónico nirvana, ni siento el invierno burgalés de hoy, con sus -1ºC mañaneros y sus 5ºC de mediodía. Bueno, cuando miro el río sí que veo remolinos, espirales en las que me dejo marear, con lo que percibo la realidad desde otra perspectiva, algo más alterada que la convencional.

Ayer por la noche estuve en el cine viendo "Munich", de Steven Spielberg, y con Eric Bana. Muy, muy buena película que, partiendo de los atentados terroristas de las Olimpiadas de Munich de 1972, nos relata el proceso de venganza que el gobierno israelí desencadenó contra los participantes supervivientes y los ideólogos del atentado.

Historia de venganza, del aberrante ojo por ojo bíblico, irracionales y absurdos a poco que nos paremos a pensar, y de como los ejecutores de la venganza empiezan a entrar en una fase de dudas y paranoias, consecuencia natural de toda venganza una vez pasados los primeros momentos de ardor.

En esto de la venganza podríamos hacernos varias preguntas ... ¿Quién fue antes, el huevo o la gallina?, ¿quién es el verdugo, quién es la víctima? ... preguntas innecesarias o de fácil respuesta si no se entra en una espiral de venganza. Reflexiones que apuntan, lógicamente, a que la venganza tan solo nos lleva a continuas retroalimentaciones vengativas en continuo crescendo ... una historia interminable, como la matemática espiral, y que se complica si incluimos elementos de la moderna teoría del caos, como el popularmente archiconocido "efecto mariposa".

Como siempre, para terminar, un poquito de sabiduría ajena, que tal vez pudiera servir de inhibidor de todos los casi infinitos factores que alimentan estas espirales vengativas, haciendo de catalizador de un efecto mariposa invertido:

 - "Mi patria es el mundo, y mi religión hacer el bien".  (Thomas Paine).

 - "¡Ah, la mayestática igualdad del derecho, que prohíbe igualmente al rico y al pobre pedir caridad por las calles y dormir debajo de los puentes!".  (Anatole France).

 - "La no violencia, en sí, puede no producir los cambios necesarios, pero al menos produce menos cadáveres".  (Joan Báez).

 - "Los medios violentos nos darán una libertad violenta".  (Mahatma Gandhi).

 - "Perdonando una ofensa se puede convertir en amigo a un enemigo, y a un perverso en un hombre de nobles sentimientos. Que consolador y hermoso es este triunfo que vence en grandeza a todas las horribles victorias de la venganza".  (Silvio Pellico).

Besos y abrazos,

Don.
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