Jueves, 7 de diciembre de
2000
¡Buenos días!
Pues tras una ajetreada
noche ventosa, que me ha hecho despertarme algunas veces durante ella, hoy
tenemos un lluvioso y extremadamente eólico día; lluvia y viento (muy
especialmente éste) que me acompañarán y empujarán camino de Madrid, como etapa
intermedia de nuestras futuras "convivencias guadalajarenses", que
supongo nos disolverán las mentes, como lo hace la lluvia con nuestros organismos.
Pues en estos días he visto
dos pelis, una en vídeo ("La delgada línea roja")
y otra en el cine ("Para todos los gustos" o
"Le goût des otres").
La primera va de la segunda
guerra mundial, pero con toques "filosóficos" , con las comeduras de
tarro de algunos de sus protagonistas elucubrando sobre lo absurdo de las
guerras, un poco en el estilo del papel que hacía Martin Sheen en
"Apocalypse now". Preciosas imágenes. La peli, aunque algo extraña, y
poco convencional dentro del género bélico, está muy bien.
Y ayer fui al cine a ver
"Para todos los gustos", comedia de costumbres francesa (candidata
por Francia a los próximos Oscars) muy ingeniosa y con momentos en los que me
reí a conciencia. También es una sátira social no muy descarnada.
Respecto de las frases, un
"mea culpa". Una de las que os lancé antes de ayer, llevaba errónea la
referencia del autor:
- "Los amigos se consideran sinceros; los
enemigos lo son; por ello se deben de aprovechar sus censuras para conocernos a
nosotros mismos, como se utiliza una amarga medicina" (Arthur Schopenhauer) (había puesto por error
Jean Giraudoux).
La de Giraudoux es:
- "Se aplica el nombre de milagro cuando
Dios bate sus propios records"
(Jean Giraudoux).
Y otra más:
- "Quien no aprende nada de los niños,
nada aprende de los mayores" (Ernst
von Wildenbruch).
Besos y abrazos,
Don.
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