Viernes, 13 de octubre de
2000
¡Buenos días!
Típico día otoñal, con frío
(5ºC), muy grises nubarrones, pero sin lluvia (de momento) ni viento (¡qué
alivio!). Aquí, asomado al pretil del puente del Pilar, no en el zaragozano
Ebro, que indicaría que me fui de puente, sino sobre el burgalés Arlanzón,
dónde observo las primeras máculas que el otoño va dejando en la naturaleza.
Luego me quedé "colgao" del puente burgalés, no como buena parte de
vosotros (supongo, cual Sherlock Holmes) que recibiréis esto en la mañana del
lunes.
Hoy vuelve a ser, como cada
mes más o menos, noche de plenilunio. Motivo por el cual (en realidad pura
coincidencia) ayer fui al cine a ver "Plenilunio"
de Imanol Uribe, basado en una novela de Antonio Muñoz Molina y con guión de
Elvira Lindo. Sobria, seca y dura peli, como la meseta castellano-leonesa
(Palencia), dónde se desarrolla la acción. Aún así tiene tiernos y emotivos
momentos, pero siempre tamizados por la sequedad castellana. Además tiene doble
lectura, relativamente evidente, sobre la violencia, sea por el motivo que sea.
Id a verla.
Y para cambiar radicalmente
de tema, y crear un entorno totalmente diferente al duro, aunque bellísimo,
otoño castellano-leonés, os hablaré de la peli que fui al cine a ver antes de
ayer, "Woman on top" de Fina Torres y con
Penélope Cruz. Mágica, culinaria y sensual película, que me recordó a la peli
mejicana "Cómo agua para chocolate" basada en la novela homónima de
Laura Esquivel y que me entusiasmaron (peli y novela). En ambas pelis se
entremezclan la vida y la cocina, no tan alejadas, con toques sensuales (la
comida es pura sensualidad) y mágicos (la vida, a veces, también es pura
magia). Además, y para rematar con un precioso envoltorio, está la
deliciosamente sensual bossa nova, que perfuma constantemente todas las escenas
de la vital película "Woman on top". Muy recomendable.
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario