20140402

Matutino pendenciero

Jueves, 6 de marzo de 2003

¡Buenos días!

Seguimos con unos deliciosos días primaverales en pleno invierno, al estilo burgalés, eso sí, pero las pendencieras nubes andan peleando por la hegemonía con el sol, y de momento no gana nadie, empate a varios goles, ora unos radiantísimos rayos solares sobre un parcheado e intensísimo azul celeste, ora una apagada luminosidad por una especie de borras de algodón sucio, preciosas, que flotan gracias a la leve y fresca brisa. Aún así, un delicioso día que no pasa de los 10ºC. Mi reloj interno dice que es primavera, aunque la flora todavía no lo considere así en general. Tan solo hay unos poquísimos y aventureros árboles en los que asoman ya las primeras yemas florales a pundo de reventar.

Ayer estuve en el cine viendo "Gangs of New York", de Martin Scorsese, y con Leonardo di Caprio, Daniel Day-Lewis y Cameron Díaz. Buena película que, en general, no me gustó mucho, me decepcionó, esperaba algo más de este director, del que he visto magníficos films.

A pesar de todo, de lo poco bueno que saqué en claro fue la visión de lo ambiguo y miserable de la política, ya sea en el pasado (la peli se desarrolla en los mediados del siglo XIX) o en la actualidad, en la miseria de sus actuaciones, y en que los que "pagan el pato" son casi siempre los miserables del mundo. Muy de actualidad lo que se cuenta, y con muchas implicaciones hoy en día. Una de las frases de la peli viene a decir, más o menos, que cuando hay problemas (para los poderosos, se entiende) siempre se puede utilizar a la mitad de los pobres para matar a la otra mitad. Candente actualidad.

En la peli se habla de bandas callejeras, y si observamos atentamente, la situación política mundial actual no se separa gran cosa de esa dinámica gangsteril.

Y unas frasecitas de sabiduría ajena:

 - "El hombre bestia, ni lo claro remedia".  (refrán).

 - "Si yo hubiera creído en un Dios de premios y castigos, puede que hubiera perdido el ánimo en las batallas".  (Napoleón Bonaparte).

 - "Los hombres no tienen más que dos frenos: la vergüenza y la horca".  (Fóscolo).

Besos y abrazos,

Don.
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