Miércoles, 3 de diciembre de
2003
¡Buenos días!
Confortable clima en la
pecera de mi oficina, desde donde miro, con la nariz pegada al cristal, la
ribera del Arlanzón, ayer por la mañana totalmente nevada, y hoy rezumando
humedad por todos sus poros, pues casi no ha parado de nevar, aguanevar y
lloviznar en estos dos días, con unas muy agradables temperaturas rozando el
entorno de la sensación de ni frío ni calor, es decir, 0ºC, pues oscilamos
entre -1ºC de mínima y 3ºC de máxima.
Y para seguir con estas
confortables sensaciones cuasiinvernales, me fui al cine a sumergirme en una
pecera tropical, eso sí, virtual, pues estuve viendo "Buscando a
Nemo" ("Finding Nemo"), una película de animación
por ordenador, coproducción de la Pixar y la Disney, que nos cuenta la historia
de un padre y un hijo, peces-payaso de la barrera de coral australiana. Buena
película, en la que los malos momentos son esas ñoñerías sensibleras tan propias
del estilo Disney. Sin embargo tuvo bastantes escenas muy divertidas, en las
que me reí a conciencia.
Os recomiendo que si vais a
verla no salgáis de la sala hasta el mismo final de los títulos de crédito,
pues hay "pildoritas" adicionales. Además, antes de la peli, hay un
corto antiguo (de mediados de los 80) de experimentación pionera con la
animación por ordenador de la Pixar, mucho mejor que la película. Por tanto,
para mí continúa siendo la nº1 en animación por ordenador, con muchísima
diferencia sobre las demás, la magistral "Shrek", cuya 2ª parte se
estrenará en breve. Sin embargo, a cada película que veo de este estilo,
observo que la perfección técnica avanza a pasos agigantados.
Pues un poco de sabiduría
ajena con la que sobrellevar dignamente nuestras tribulaciones en estas peceras
vitales en las que vivimos:
- "Cuanta más libertad tienes, más sabes
la que te falta". (Fernando
Savater).
- "Si deseas conocer, saber y entender
todo cuanto te rodea, has de vivirlo de primera mano; tu experiencia te será
más útil que cualquier libro que puedas leer, ya que los libros nunca llegarán
hasta donde tú deseas llegar".
(Arturo Graf).
Pues esto es lo que aprende
el padre pez (Marlin) en su odisea en busca de su hijo perdido (Nemo). Vamos
que casi aprende más el padre que el hijo durante la travesía. Y para rematar,
una fábula de Esopo, con su moraleja y todo, como en la película, que además
encaja con cierta historia de la peli:
"Dos viajeros iban
juntos por la carretera cuando de repente apareció un oso. Uno de ellos corrió
hacia un árbol, trepó a las ramas y se ocultó. El otro no era tan ágil como su
compañero y, como no pudo escaparse, se arrojó al suelo y fingió estar muerto.
El oso se le acercó y lo
olfateó, pero el viajero se quedó muy quieto y contuvo el aliento, pues dicen
que un oso no toca un cadáver, y se alejó.
Cuando pasó el peligro, el
viajero del árbol bajó y preguntó al otro qué le había susurrado el oso cuando
le acercó la boca a la oreja. El otro respondió:
- Me aconsejó que nunca más viajara con un
amigo que te abandona a la primera señal de peligro.
El infortunio pone a prueba
la sinceridad de la amistad".
(Esopo).
Besos y abrazos,
Don.
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