20130509

Mi novia matutina

Lunes, 31 de octubre de 2005

¡Buenos días!

"Blaaanca y radiaaante va la nooovia ...", que diría la canción, pero aunque radiante, esplendorosa y hermosísima, no va de blanco ya que todavía no es níveo invierno, sino pletórico y apoteósico otoño, y está dorada y refulgente. La quiero, la adoro, a mi bienamada riberita del Arlanzón, mi solícita novia de cada mañana. Es mi perfecto amor platónico, pero precisamente por eso, tan solo puedo sentirla con mi sexto sentido, que para los otros es apenas perceptible, aunque crea verla, oirla, olerla, tocarla y saborearla.

Para eso necesitaría de una novia más carnal ... la deseo, mas aún ninguna de mis anhelos se me acerca lo suficiente. Espero que cuando eso suceda no se ponga celosilla mi retozona riberita (ni la otra), que la seguiré amando aunque no pueda casarme con ella, pues pertenece a otra dimensión a la que solo alcanzo con algunas de mis muy efervescentes y recónditas neuronas.

Ayer por la tarde, ya anochecida por eso del cambio de hora, estuve en el cine viendo "La novia cadáver" ("Tim Burton's corpse bride"), de Tim Burton, una muy, muy buena película de animación clásica de títeres, con la técnica de "stop motion".

Historia de amor romántico, muy romántico, nada rosa, sino de romanticismo del s.XIX, con estilo gótico y sombrío; historia de amor hasta la muerte ... y más allá. Historia del tipo de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, por ejemplo, o del "Drácula" de Bram Stocker, de amores de ultratumba entre apenas vivos y casi muertos. La película tiene momentos muy divertidos y muestra a unos sombríos, encorsetados, mortecinos y casi cadavéricos vivos, mientras los muertos se nos presentan llenos de color y vitalidad.

Otro de mis amores es saber siempre algo más, y las citas ajenas no cesan de regalarme con sutiles caricias, cuando no apasionados besos y algo más, a mis sensibles neuronas:

 - "Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde".  (André Gidé).

 - "El pan llega, a veces, cuando no tienes dientes".  (refrán).

 - "Si nos ofrecieran la inmortalidad en la tierra, ¿quién querría aceptar esa triste dádiva?"  (Rousseau).

 - "Es mucho mejor sufrir por una mujer viva y hacer el ridículo por ella, que tener un fantasma sentado, año tras año, en el corazón".  (Federico García Lorca).

Besos y abrazos,

Don.
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