Matutino esotérico

Viernes, 11 de noviembre de 2005

¡Buenos días!

Me falló hoy la climatología en la ribera. Seguimos de diáfana y embriagadora apoteosis otoñal, sin rastro de nubes. Hubiera necesitado uno de esos días de, también, paradigmático otoño, con lloviznas, neblinas, de aire misterioso y recóndito. En fin, alegremosnos con que nuestra poderosa imaginación lo consiga.

Ayer por la noche estuve en el cine viendo "Oculto", de Antonio Hernández, y con Leonardo Sbaraglia, Laia Marull y Angie Cepeda. De este director solo había visto su cautivador y maravilloso film anterior, "En la ciudad sin límites" (ver más abajo). Os lo recomiendo encarecidamente.

La historia de "Oculto" parece comenzar siendo un thriller psicológico sobre interpretación esotérica de los sueños, cosa que me desagrada sobremanera, el esoterismo, que eso de los fenoménos paranormales (para anormales, que es casi lo mismo) me parece un engañabobos. Y precisamente eso mismo le pasa a una de las protagonistas femeninas, la hipersensual Angie Cepeda, que va siendo manipulada por otros debido a su inconsciente creencia en eso, en esoterismo, alejadísima de todo lúcido raciocinio. Al final se descubre que la película, en realidad, no nos estaba hablando de eso, que es un "mcgoophin" al estilo Hitchcock, sino de otra cosa, que no desvelaré para no quitarle gracia al sorprendente final.

Aún así, no me entusiasmó, por la sobrecarga esotérica del inicio, a pesar de que al final no sea así, pero tuve sobredosis de ella durante la mayor parte del film, y ni siquiera el poderosísimo y cautivador estilo visual del film, parecido al de "En la ciudad sin límites", pudo sacarme de mi ligero desagrado. Entonces, como me suele suceder casi siempre en estas situaciones, no me quedó otra que regodearme en contemplar las escenas eróticas, a la apetitosa Angie, y a la dulcísima Laia, de susurrante e hipnótica voz además, a pesar de que en esta película estaba afeada (no la vi tan guapa como en otras películas).

Ahora, un poquito de sabiduría ajena para ayudarnos a luchar contra las perniciosas explicaciones del mundo que nos proporcionan las ¿ciencias? esotéricas, comenzando por una de hace poco pero que encaja muy bien hoy:

 - "La falsa ciencia es bastante peor que la ignorancia. Ésta última es un campo yermo en el que se puede labrar y sembrar; aquélla es un campo cubierto en su totalidad de cizaña, que difícilmente se puede llegar a extirpar".  (Cesare Cantú).

 - "El día en que fuera cosa cierta la adivinación del pensamiento se morirían de vergüenza los que la tuviesen".  (Santiago Rusinyol).

 - "Sin duda la propiedad es solo una gerencia fastidiosa que solo sirve a nuestra vanidad. Se ama más libremente lo que no es nuestro. Querer acaparar un ser, paralizar su fantasía, sujetar su voluntad, es una pretensión insensata".  (Paul Geraldy).

Amén. Besos y abrazos,

Don.

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Matutino ilimitado para dicharacheros

(Miércoles, 20 de marzo de 2002)

¡Buenos días!

A pesar de los soleados pronósticos meteorológicos para estos días, aquí, a la vera del Arlanzón, continuamos con ilimitados días de nubes y neblinas. El caso es que el paso de hoy por el equinoccio primaveral, a eso de las 19:00 horas, ya ha provocado el verdoso e incipiente desmelenamiento de algún precoz arbolillo de la ribera, y da un colorista tono en estos interminables y grises días. De aquí a que la mayoría de nuestros naturales humores nos salgan a borbotones, tanto a plantas como a animales, no queda prácticamente nada. Cada uno a su tiempo.

Pues en estos días de ausencia matutino-vespertina, debido al puente que un tal San José ha construido estos días, o algo así, ... ¿pero es que os fuistéis todos de mirones a la obra? ... , tengo tres eventos culturales que glosaros. Iré por orden cronológico:

El domingo estuve en el teatro viendo "Globobalizados", del grupo teatral "La folía", una crítica a este mundo globalizado hacia el que caminamos, aunque también a los que critican esto en su totalidad, pues aunque tiene muchas zonas oscuras, algunas facetas son muy interesantes. Lo malo es que el mundo político y económico se centran solo en la "pela", bueno, en el euro o en la divisa que sea, y en todas sus derivaciones, que tan solo son una pequeña parte del asunto. No estuvo mal, aunque no me entusiasmó.

El lunes estuve viendo una de las mejores películas que he visto en varios meses, "En la ciudad sin límites", de Antonio Hernández, y con Leonardo Sbaragglia, Fernando Fernán Gómez, Ana Fernández, Geraldine Chaplin, entre muchos otros. Excepcional película, con preciosas imágenes y música (de Victor Reyes), con tempo lento, para mejor disfrutar de ella, con intriga para atraparte, y muy, muy emotiva, especialmente hacia el final. Historia de amor paterno-filial.

Y ayer vi "Hable con ella", de Pedro Almodóvar, y con Javier Cámara, Darío Grandinetti, Leonor Watling y Rosario Flores, entre otros, varios de los cuales están también en la anterior peli. Muy, muy buena, pero lo malo es que la vi seguida de la del lunes y, por comparación, me gustó un poquito menos. Como el título apunta, nos cuenta que ser dicharacheros, hablar mucho, puede ser muy necesario para nuestro bienestar, como tal vez esté haciendo virtualmente con estos matutinos, en especial con éste, que se está haciendo muy largo, aunque no llegue a ser ilimitado.

Y para limitar este matutino, acabemos con las consabidas frases de sabiduría ajena:

 - "Jamás sin dolor profundo produjo el hombre obras verdaderamente bellas".  (J. Martí).

 - "La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia de las cosas".  (Aristóteles).

 - "Durante la noche llegan a la inteligencia del sabio los mejores pensamientos".  (Menandro).

Y a la inteligencia de muchos de nosotros, diría yo, aunque no seamos sabios.

Besos y abrazos,

Don.
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