Miércoles, 2 de noviembre de 2005
¡Buenos días!
Otro espectacular día de otoño paradigmático, de gran placidez y serenidad, con nubes y claros, amago de lloviznas, temperaturas suaves, orgásmica orgía visual de los ocres y amarillos que inundan la floresta, y algunas flores de los parterres de la avenida que tienden a marchitarse. Sin embargo, veo a través de los ventanales otras ambulantes de una lozanía desbordante, que me sonríen mientras pasean y pasan, y me quedo con las ganas de comérmelas a besos. Así es más fácil olvidar otras flores que ya tienden a marchitarse en mi recuerdo, que la distancia hace el olvido, como dice el aforismo.
Antes de ayer por la noche estuve en el cine viendo la estupendísima y cautivadora película "Flores rotas" ("Broken flowers"), de Jim Jarmush, y con Bill Murray. Historia de un maduro Don Juan, ya en el ocaso de sus andanzas, a quien acaba de dejar su último ligue y se entera de repente, por una carta anónima, que parece ser que tiene un hijo con alguna de sus múltiples amantes. Con la ayuda y el empuje de su vecino, amigo y confidente, aprendiz de Sherlock Holmes, se embarca en la búsqueda de cual de las cuatro candidatas, entre las muchas posibles, pudo haber sido. Candidatas a cada cual más peculiar y extravagante.
Reflexiones sobre la conveniencia o no de revivir el pasado, o la menos intentarlo, que no siempre una flor marchita reverdece o quiere hacerlo, que eso le puede hacer a uno asomarse a un vertiginoso precipicio de nuevas expectativas en las que la mayoría podría sentirse no demasiado cómodo. La película está trufada de afinado sentido del humor y es sutilísima en los detalles, que casi hay que cazar al vuelo si os queréis enterar de lo que de verdad va esta historia. Un detalle, entre los muchos, en el que me fijé es que en los viajes en coche a la casa de cada una de ellas casi siempre la carretera o el camino es cuesta arriba, como si muy cuesta arriba se le hiciera al personaje revivir su pasado, como de hecho así es, pues lo hace a regañadientes, empujado por el entusiasta amigo.
De este director solo había visto su anterior película, "Ghost dog. El camino del samurái", que también me pareció una maravilla, ya glosada en su día (ver más abajo), y os recomiendo que veáis ambas. Esto me ha hecho que quiera ver sus anteriores películas, que seguro también me entusiasmarán.
Pues reguemos nuestra sabiduría para que florezca con lozanía con unas gotas de sabiduría ajena:
- "Coge el día presente y fíate lo menos posible del mañana". (Horacio).
- "En los principios amorosos, los desengaños prestos suelen ser remedios calificados". (Miguel de Cervantes).
- "Todo parece más encantador cuando lo vemos a distancia, y las cosas toman un relieve singular cuando se observan en la cámara oscura del recuerdo". (Teophile Gautier).
- "Añora el pasado y corre tras el viento". (Proverbio chino).
Besos y abrazos,
Don.
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Matutino de filosófica resignación
(Lunes, 16 de septiembre de 2002)
¡Buenos días!
Todo parece que es bueno en estos días, desde el punto de vista climático: calorcito producido por el viento del sur, sol y nubes, luz radiante, ... pero un inusual bochornazo por estas tierras me está haciendo estar a disgusto, al borde del cabreo o algo así. Habrá que tomarselo cual monje-guerrero oriental (un samurai, por ejemplo) y aceptar las cosas tal cual vienen, e imaginar que estoy en una cálida y húmeda playa tropical caribeña, aunque por aquí no paseen esculturales guayabas en paños menores, aunque sí algo más vestidas y de muy buen ver también.
Y este fin de semana he visto en vídeo una película que hace un par de años se me escapó de la cartelera burgalesa, debido a que duró muy poco (... pero, ¡si es buenísima!). Se trata de "Ghost dog. El camino del samurái", de Jim Jarmush, y con Forest Whitaker. Me impresionó profundamente, porque es de tempo lento, se habla poco y muy atinadamente, todo trufado con sabiduría oriental ... y occidental, tiene un toque sarcástico y divertido, tiene algo de acción. Va de unos mafiosos norteamericanos trasnochados y de un asesino a sueldo empapado de la filosofía de los samurais, del gusto por la cultura (la propia y las ajenas), de la verdadera amistad, de tantas pequeñas y grandes cosas ... todas importantes, pues como se dice en la peli, hay que restar importancia a las cosas importantes, y dársela a las (aparentemente) triviales. Una preciosidad de película.
Y terminemos con unas frases de sabiduría ajena, en cierta relación con la peli:
- "Se ha de leer mucho. Pero no muchos libros. La lectura es como el alimento: el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere". (Jaime Balmes).
- "La paradoja es la pasión del pensamiento, y el pensamiento que evita la paradoja es como el amante que quisiera hurtarse a la pasión". (Kierkegaard).
- "Los ojos de los muertos se cierran con cuidado; con no menos cautela deberíamos abrir los ojos de los vivos". (Jean Cocteau).
- "Aquel que tu lloras por muerto, no ha hecho más que precederte". (Séneca).
- "Un rico que dona todo lo que tiene se queda pobre; un sabio que enseña todo lo que sabe, aumenta el caudal de sus conocimientos. Divino privilegio el de la inteligencia al multiplicarse por el tiempo y por el espacio". (Concepción Arenal).
Besos y abrazos,
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