20130312

Matutino yacente

Jueves, 9 de marzo de 2006

¡Buenos días!

Día templado, gris, de llovizna, a la vera del Arlanzón. El río corre bravo y caudaloso corriente abajo, y la ribera se nos está poniendo tan lúbrica que parece que nos invita a yacer junto a ella y a retozar y solazarnos mutuamente. Con un poquito de sol que haga, aumentará nuestro ardor primaveral y nuestro ya de por sí alto éxtasis, casi perpetuo, en ebullición con tan solo contemplarla.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo el film canadiense "Lie with me", de Clement Virgo, con Laureen Lee Smith y Eric Balfour, y basado en un relato de Tamara Faith Verger. Buena película, con altibajos. Una historia de una chica algo ninfómana pero generalmente insatisfecha, lógica consecuencia de todo acto compulsivo, que conoce a un chico por el que siente una tremenda pulsión sexual.

Película sugerente y lúbrica, a ratos rayana con el porno, que nos habla de sexo y de amor puros, y de como, casi siempre, termina por contaminar éste a áquel, y viceversa. De hecho, la protagonista piensa en cierto momento: "¿cómo puedo practicar sexo con alguien a quien amo?", lo que le lleva a abandonar temporalmente a "su semental", una vez que empieza a tomar conciencia de que se está enamorando. También podría enfocarse desde el punto de vista del título de esa divertida comedia española, "¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?" ... ¿y tal vez viceversa? ...

Pues ahora vamos a yacer un poquito con las citas de sabiduría ajena, que quizás con el intercambio de fluidos consiguiente algo se nos quede impregnado:

 - "Que es efecto muy distinto el quererse con deseo o el amarse con cariño".  (Agustín Moreto).

 - "Las pasiones abren al genio el camino para manifestarse, y le hacen consciente de sí mismo".  (Gioberti).

 - "¿Locura de amor? Es un pleonasmo. El amor es ya una locura".  (Heinrich Heine).

 - "El amor de los jóvenes en verdad no está en su corazón, sino más bien en sus ojos".  (William Shakespeare).

 - "Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?".  (Amado Nervo).

Besos y abrazos,

Don.
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