Martes, 14 de marzo de 2006
¡Buenos días!
Otro día rabiosamente primaveral, aunque tan solo en el clima y sus consecuencias emocionales, pues el paisaje a la vera del Arlanzón sigue invernal, con raidas ramas a la impaciente espera de brotar con brío inminentemente. Inusuales temperaturas para el marzo burgalés, rondando los 20ºC y sol rabioso que proporciona una demoledora luz que perfila con cartesiana nitidez los contornos. No se puede pintar una diluida acuarela hoy de la ribera. Además, el único agua que vemos ahora mismo es la corriente desbocada, por los deshielos, del río, hoy bravamente primaveral, del río de la vida, de la auténtica vida, la que no es, la que fluye y cambia constantemente, que diría Heráclito.
Ayer por la tarde estuve viendo en el cine una estupenda película hindú (coproducción canadiense), "Agua", de Deepa Mehta, y con un montón de estupendas actrices hindúes, una de ellas, una de las más hermosas mujeres que haya visto. Nos cuenta la historia, durante los años 30 y 40 cuando Gandhi estuvo en la India, de un grupo de mujeres viudas que viven en un ashram, una especie de fúnebre gineceo, una especie de casa de Bernarda Alba, un lugar donde viven las viudas hindúes, pues según sus rancias tradiciones, una viuda solo tiene tres caminos: casarse con un hermano menor de su difunto, incinerarse junto a él, o vivir miserablemente en un ashram. Esto sigue sucediendo aún hoy en día.
La película nos cuenta la tragedia de estas mujeres (algunas incluso niñas), enterradas en vida, con escenas de dolor y agobio, en las que se intercalan momentos sublimes de una bellísima fotografía engarzada con una cautivadora y maravillosa banda sonora. Además nos relata la imposible historia de amor de una de ellas.
Nos habla de anquilosadas tradiciones socio-culturales y socio-religiosas que no tienen cabida ya hoy en día, o no deberían tenerla. Que los fundamentalistas e intolerantes no han comprendido (o no quieren ver) que la vida es cambio, que debe fluir como un río, pues si se estanca se pudre. Además nos muestra lo que no debe ser religión, que muchas veces se convierte en el modo en que los poderosos sojuzgan a los débiles para mantenerse. Y esto pasa en todas partes.
Sumerjámonos un poquito en la sabiduría ajena, a modo de refrescante bálsamo que nos cure de malestares vitales:
- "Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo". (Mahatma Gandhi).
- "La juventud no debe solo asimilar los frutos de la cultura de sus padres, sino que debe elevar la cultura a nuevas cimas, a las que no llegan las gentes de las anteriores generaciones". (Konstantin Stanislavski).
- "Tenemos la suficiente religión para odiarnos los unos a los otros, mas no la bastante para amarnos mutuamente". (Jonathan Swift).
- "Dios está en todas partes ... Y, a fin de cuentas, está siempre con los que tienen mucho dinero y multitud de armas". (Jean Anouilh).
- "Gracias a Dios, todavía soy ateo". (Luis Buñuel).
- "El furor de la intolerancia es el más loco y peligroso de los vicios, porque se disfraza con la apariencia de la virtud". (Robert Southley).
- "Echad los prejuicios por la puerta: volverán a entrar por la ventana". (Federico II de Prusia).
- "Mi patria es el mundo, y mi religión hacer el bien". (Thomas Paine).
Besos y abrazos,
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario