20130304

Investigaciones matutinas de andar por casa

Viernes, 12 de mayo de 2006

¡Buenos días!

Espléndido día de primavera a la vera del Arlanzón, rondando los 20ºC gracias al sol radiante y a la ausencia de ventorro norteño. Otro día más para dejarse llevar por el hedonismo y la ociosidad gratificante, momentos que le llevan a uno a los más peregrinos desvaríos, como por ejemplo tratar de averiguar si mis adorables y adoradas hadas y ninfas ribereñas sabrían cocinar o no ... como me deje llevar por el absurdo me monto un procedimiento de investigación operativa y de control de calidad estadísticos en un momento, o a cualquier otro procedimiento más heurístico ... que no me llevarán a otro sitio que a regresiones y predicciones espúrias ... entonces, volvamos al hedonismo vital (que no a las correcciones hedónicas del IPC) ... carpe diem.

Ayer por la tarde estuve viendo otra de esas películas que programan los del Aula de Cine de la Universidad de Burgos. Se trató de "Kitchen stories" ("Salmer fra kjokkenet"), film sueco-noruego del año 2003 dirigido por Bent Hamer. Curiosa y extraña película, bastante extravagante, y que ganó bastantes premios en festivales, entre ellos la espiga de plata en el festival de Valladolid.

Os pongo en situación. Se desarrolla en 1950 en Suecia y Noruega, donde unos peculiares investigadores, con el fin de concebir la cocina del futuro, más ergonómica, tratan de averiguar la distancia que recorre al año un ama de casa sueca en la cocina. Visto el éxito de esta investigación, deciden ampliarla a los hombres solteros de Noruega. Tratan de ser científicamente asépticos, por lo que los investigadores se meten en las cocinas ajenas sin poder interferir en las actividades cotidianas de los voluntarios sujetos de estudio.

En principio, la historia es una ácida comedia sobre las investigaciones científicas, especialmente de las etológicas, en la que la realidad humana termina siempre por machacar los ideales conceptos de la pura investigación científica. Es el eterno problema de las investigaciones etológicas, en las que siempre está presente el principio de incertidumbre, según el cual, solo por el hecho de observar, el investigador ya está modificando la realidad (el auténtico comportamiento del sujeto de estudio) y nunca sabrá a ciencia cierta si sus conclusiones son reales o están viciadas casi desde el origen "por el efecto entrevistador", que decimos en estadística.

Así que, dada la condición humana, es imposible la absoluta asepsia científica y termina habiendo interrelaciones e interdependencias entre sujeto de estudio e investigador. Y en la película esto es lo que sucede, y se va complicando la historia, dejando de ser una crítica a las investigaciones científicas (las espúrias y las no tanto) para pasar a convertirse en una alegoría sobre la amistad, de la auténtica amistad, esa que disipa cualquier atisbo de sensación de soledad. Además, como el investigador es sueco y el sujeto de estudio noruego, también trata de la comprensión intercultural.

Bueno, dado lo extraña que es, quizás no guste a la mayoría, pero se la recomendaría especialmente a todos mis colegas estadísticos, y a cualquier investigador en general, por la inicial visión, entre cínica y absurda, de las investigaciones científicas, lo que no nos vendría nada mal para coger verdadera perspectiva de eso que se llama investigación científica. Pues ahora, además de investigar, no nos vendría nada mal un poquito de sabiduría ajena para intentar desvelar los misterios de este proceloso mundo.

 - "Nos apresuramos a pasar por alto los pasos previos a la programación, para así tener más tiempo para arreglar los errores cometidos por precipitarnos en pasar a la programación".  (G. Myers).

 - "La falsa ciencia es peor que la ignorancia. La ignorancia es un campo virgen en el que todavía se puede laborar y sembrar; la falsa ciencia es un campo infectado de malas hierbas, que es bastante dificultoso conseguir extirpar".  (C. Cantú).

 - "Hay hipótesis en las que la inteligencia y la imaginación vienen a sustituir a las ideas".  (Goethe).

 - "Los hechos son como los sacos: si están vacíos, no pueden tenerse en pie".  (Pirandello).

 - "La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar".  (Mario Vargas Llosa).

 - "No necesito amigos que cambian cuando yo cambio y asienten cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor".  (Plutarco).

Besos y abrazos,

Don.
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