Martes, 11 de mayo de 2004
¡Buenos días!
Pues sí, a veces pienso en
estos matutinos como si fueran una mariposa, la famosa mariposa de uno de los
postulados de la teoría del caos, el del efecto mariposa, ese que dice que el
aleteo de una mariposa puede originar un huracán en la otra parte del mundo, si
se dan las condiciones adecuadas. Aunque no os asustéis, tan solo espero que
mis matutinos ocasionen, a modo de leves soplos, pequeñas tormentas interiores
que sirvan para sacaros de esos atascos vitales que se nos producen en ciertas
fases de calma chicha vital. No sé si esto será demasiado presuntuoso por mi
parte ... pero algo de ello habrá.
¿Y el clima de la ribera? ...
pues nada más que la consecuencia del aleteo de alguna mariposa no demasiado
lejana, pues tenemos un clima un poco revuelto, no demasiado acorde con lo que
esperamos de mayo ... luego alguien debe de haber cambiado algunos parámetros
iniciales del modelo climático lógico en estas fechas.
Y dado que estamos en un
matutino caótico, con bastante entropía, tenemos como consecuencia un algo
desordenado muestrario de las partes que habitualmente los conforman, y ahora
os lanzo dos frases de sabiduría ajena que ya conocéis y que vienen que ni
pintadas con lo que cuento y con la película que vi ayer:
- "El azar no es más que el efecto
conocido de una causa aún por conocer".
(Voltaire).
- "El único error de Dios fue el no haber
dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar". (Vittorio Gassman).
Es más, en la película que
os voy a glosar enseguida, parece que el Dios de Stephen Hawkins, ese que
parece jugar a los dados con el Universo, haya dotado al personaje principal de
la habilidad casi mágica de poder ensayar, por el método tan científico de
prueba-error, innumerables veces con su vida y con las consecuencias de sus
actos. Vamos, esa cualidad tan necesaria para que los procesos estocásticos (un
bodrio estadístico), y en concreto las series temporales, pudieran predecir
casi sin margen de error.
Bueno pues la película en
cuestión, esa que tanto ha ventilado mis neuronas con su leve aleteo, no puede
ser otra que "El efecto mariposa", de Eric Bress
y J. Mackye Gruber, y con Ashton Kutcher y Amy Smart.
Película interesante, que me
tuvo entretenido, no solo por puro entretenimiento, sino también porque me tuvo
pensando mucho tiempo, otra faceta de como yo concibo la diversión, la cinematográfica
y en general. Y eso que considero que el guión tiene muchas debilidades, podría
haberse hecho una maravilla con él, como maravillosa es "Memento",
una película requete-magnífica con unos cuantos puntos en común con "El
efecto mariposa". Además tiene muchos momentos pasteleros y de ñoñería,
tan propios del cine ultracomercial gringo. Pero aún así, no me desagradó del
todo.
¿Y de qué va? ... Pues de un
chico que tiene lapsos de memoria, que al principio no sabes por qué son, pero
a medida que avanza el film descubres que son debidos a su capacidad casi
mágica de manejar su yo y sus circunstancias a través de sus recuerdos
olvidados, cual si de un aprendiz de brujo se tratara.
Bueno, pues ahí va un poco
más de polvillo de alas de mariposa, en forma de sabiduría ajena, en cierta
relación con el tema de hoy:
- "Una de las características del ser
humano es la falibilidad, la posibilidad de equivocarse; por tanto no nos
'machaquemos' por algo que inevitablemente va unido a nuestra condición de ser
humano". (María Jesús Álava Reyes).
- "Si dedicas a una cosa el tiempo
suficiente ... la estropearás".
(Una de las leyes de Murphy).
- "Lo que realmente puedo como ser humano
es lo que hago". (Gilles Deleuze).
- "Ser curioso, salirse de los caminos
marcados, abrirse al mundo y ser receptivo a todo lo que nos rodea puede
ayudarnos a descubrir ideas que tengan el potencial de unirse y formar algo
nuevo". (Roger von Oech).
- "El que no ve no conoce el
aburrimiento. Solemos medir el tiempo por la conducta que los objetos observan,
los cuales rara vez cambian con la rapidez que deseamos. En cambio, el ciego
mide el tiempo por la sucesión de las representaciones, y como el alma crea sin
cesar, no puede surgir la conciencia de la uniformidad". (Aldous Huxley).
Besos y abrazos,
Don.
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