Viernes, 4 de junio de 2004
¡Buenos días!
Otro radiantísimo día a la
vera del Arlanzón, con un cielo con aspecto de cristal azulado, y una
luminosidad que casi hace daño a los ojos, incluso a los de un tipo básicamente
mediterráneo, relativamente moreno y de ojos pardos, como yo. ¡Qué lástima no
tener ojos de gato!, esos que permiten ver con bastante nitidez en la oscuridad
y cuyas pupilas se entornan con eficiencia por el día, para mejor ver pasear a
las gatitas ronroneantes por entre el sotobosque de la ribera. O tener visión
ultravioleta, como los abejorros, para mejor poder apreciar las hermosas
excelencias de las florecillas que también caminan por entre la arboleda ribereña.
Ayer volví a ver otra de
esas películas que programan los de la Universidad de Burgos, esta vez un ciclo
de animación, en el que proyectaron la animación japonesa "La
tumba de las luciérnagas", de Isao Takahata. Este film es un
clásico de la animación (es de 1988); y está considerado, según algunas
clasificaciones, como una de las 250 mejores películas de toda la historia del
cine. Además, este director es el mismo que el de las series de TV
"Heidi" y "Marco".
Es un emotivo relato sobre
dos hermanos huérfanos (un niño y una niña de 14 y 5 años, respectivamente)
durante el final de la 2ª Guerra Mundial en un Japón arrasado por las bombas.
Dura historia, alegato antibelicista, bañada por un barniz suavizante de poesía
en imágenes, que hace más llevadera la situación. Durante bastantes ratos es
hermosísima (impresionante calidad en la animación, nada que ver con la de
"Heidi" y "Marco"), y nos habla de que todos, especialmente
los niños, somos como luciérnagas, que emitimos una brillante luz mientras
vivimos, y que desaparece con nosotros ... y ¡qué pena que sea tan breve!,
especialmente en el caso de luciérnagas y niños.
Pues ahora un poquito de
sabiduría ajena que nos ilumine, aún más si cabe, para mejor poder apreciar lo
hermoso de este mundo:
- "La idea es el polen luminoso y
maravilloso de esa flor divina que se denomina inteligencia. La inspiración lo
arranca y el viento de la publicidad lo traslada en sus alas para fecundar
almas lejanas y sedientas de saber".
(Amado Nervo).
- "Hay quienes pasean por el bosque y tan
solo ven leña para el fuego"
(Proverbio ruso).
- "La ciencia de lo bello es una
extravagancia inventada por los filósofos para la más grande hilaridad de los
artistas. La belleza es un estado de ánimo". (Émile Zola).
Besos y abrazos,
Don.
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