Jueves, 20 de mayo de 2004
¡Buenos días!
¿Movidito? ... ¡Pero si
arrastro un aplatanamiento de asténico primaveral que no puedo con mi alma! ...
No sé donde estará el movimiento, porque tampoco por la ribera del Arlanzón se
ve. Hay quieta parsimonia de bochorno, a la espera del movimiento tormentoso
que los meteorólogos pronostican desde hoy en adelante ... ¡si es que tanto
aplatanamiento no nos lleva a otro sitio que a la "movida"
tormentosa!
Pues en la esplendorosa
tarde-noche de ayer, que ni siquiera es frecuente en el más crudo verano
burgalés (de por sí bastante poco aguerrido en general), me fui a ver una
película de esas que se programan en los ciclos de la Universidad de Burgos,
películas difíciles de ver en salas comerciales. En este caso fue "24
hours party people", de Michael Winterbottom, y con Steve
Coogan.
Buena película, en versión
original subtitulada, extremadamente divertida (hacía tiempo que no reía tanto
en el cine), una especie de docudrama con humor típicamente inglés, que no es
ni "docu" ni drama, sobre la "movida" musical del
Manchester de los 80 y 90, con grupos como "Joy division", "New
order", y "Happy mondays". Una visión sarcástica sobre las
distintas modas musicales, de como se gestan y de sus espectaculares ascensos y
caídas. Sexo, drogas y rock&roll ... bueno, rock&roll no, otras músicas
que surgieron a partir del punk.
Además, para disfrutarla
mejor es preciso tener cierta perspectiva histórico-musical, amén de que mejor
aún hubiera sido el ser inglés. Aunque la película es muy original y divertida,
sigo quedándome con las otras dos películas que he visto de este director,
ambas excepcionales, "Wonderland" e "In this world".
Bueno, pues para remover un
poco nuestras adormecidas conciencias, nada como un poco de sabiduría ajena, en
cierta relación con el film, como casi siempre:
- "El chiste pierde toda su gracia cuando
el chistoso se ríe de su propio chiste".
(Schiller).
- "El orgullo de los mediocres consiste
en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes hombres es de no
hablar nunca de ellos". (Voltaire).
- "Remitirse a la posteridad es apelar a
un tribunal del cual se ignora la composición, las tendencias y la competencia". (Fernand Vanderem).
- "Conviene siempre esforzarse más en ser
interesante que en ser exacto; porque el espectador lo perdona todo, menos el
sopor". (Voltaire).
Ciertamente, la película
cumple con esta máxima a rajatabla, pues da casi siempre una especie barniz
"mitológico" a los hechos reales que cuenta.
- "La posteridad es la superposición de
minorías. Por regla general, los que en un momento dado gozan del favor de la
mayoría del público, los escritores favoritos de una edad, pasan pronto: la
generación subsiguiente los olvida".
(Miguel de Unamuno).
Besos y abrazos,
Don.
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