20131112

Matutino en la levedad

Miércoles, 19 de mayo de 2004

¡Buenos días!

Llevamos desde el pasado fin de semana con un cambio radical en el clima primaveral, que en cierto modo es normal, dado lo voluble de la primavera. Ahora hace un sol y un calor casi veraniegos, unos 15ºC más que antes del fin de semana, pues pasamos de los 25ºC. Y con tan repentinos cambios, mi solidificado ser de pasados días todavía no acaba de adaptarse.

El caso es que si yo fuera un fluido, con el calor debería de sentirme más leve, licuándome primero y evaporándome después ... casi el paradigma de la levedad. Sin embargo, no lo soy, y siento la gravedad propia del aplatanamiento, del bochorno, que me impide despegar del terrenal mundo hacia el imaginativo éter. No sé que voy a tener que hacer para poder desembarazarme de este lastre que me ata al suelo.

Pues para ello, para aligerarme un poquito, no viene nada mal una racioncita de cine, por ejemplo, ... y eso es lo que volví a hacer ayer por la tarde. Estuve viendo "Levity", de Ed Solomon, y con Billy Bob Thornton, Morgan Freeman, Holly Hunter y Kirsten Dunst.

Muy, pero que muy buena película, con estupendas reflexiones sobre la redención, y los diversos caminos, tan distintos, tan iguales que casi parecen uno, por los que podemos liberarnos del lastre con que nuestros pecados y culpas nos gravan. Aunque hay referencias religiosas, nos muestra que en realidad el cielo, el infierno y la redención de nuestros pecados están aquí, en todos y cada uno de nosotros, y no en el más allá, que no existe, pues no es más que una entelequia religiosa con la que adormecer las conciencias de mucha gente.

Y para acrecentar más aún si cabe nuestra sensación de levedad, para aprender a liberarnos de gravedades inútiles, un poquito de sabiduría ajena:

 - "La soberbia nos humilla sin corregir; la humildad nos corrige sin humillar. La soberbia provoca y despierta el amor propio y nos dispone a defender nuestras faltas; la humildad habla al corazón y nos lleva a confesarlas".  (Concepción Arenal).

 - "Los hombres no solamente suelen olvidar los beneficios recibidos, sino que llegan a odiar a los que se los hicieron".  (La Rochefoucauld).

 - "Es preciso elegir una docena de hombres, entre toda una nación, para juzgar sobre una fanega de tierra; en cambio, el juicio sobre nuestras inclinaciones y acciones, por difícil que sea la materia y su importancia, lo abandonamos a merced del populacho; es decir, de las turbas ignorantes".  (Montaigne).

Besos y abrazos,

Don.
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