Viernes, 8 de septiembre de 2006
¡Buenos días!
¡Qué más quisiera yo que todas mis hadas y ninfas ribereñas sintieran una lujuria insaciable por mí mientras retozábamos por las humedades del río o gracias a cualesquiera otros humores! ... bueno, quizás no quiera tanto como eso, pero sí alguna adecuada proporción del todo, pues ya se sabe que hay que tener mucho cuidado con lo que se desea ... ¡no vaya a ser que nos sea concedido y no podamos soportarlo!
Ayer por la tarde a la salida de la jornada laboral, y también camino del cine, fuimos pasados por agua gracias a unos buenos chaparrones veraniegos, tormentas de purito calor que parece se repetiran otra vez esta tarde. En el cine estuve viendo "La joven del agua" ("Lady in the water"), de M. Night Shyamalan, y con Paul Giamatti, Bryce Dallas Howard y el mismo Shyamalan (en un relevante papel secundario).
Un cuento fantástico, bastante naif a veces, sobre una ninfa acuática que aparece en la piscina de un bloque de apartamentos con un vecindario bastante freakie. Una típica historia del místico-esotérico Shyamalan sobre las profecías y nuestra incompetencia, la de los gurús, para interpretarlas (somos ciegos y sordos ante los pequeños detalles de la vida); y sobre todo sobre nuestra auténtica misión en la vida (que nunca sabemos muy bien cual es) y lo importante que puede llegar a ser nuestra infinitesimal aportación.
La película me gustó a pesar de los desfallecimientos eventuales de la historia y de que no me suele gustar lo místico-esotérico, pero no sé que tienen las historias del prestidigitador Shyamalan que me cautivan (como lo haría un mago con un niño como yo) ... unas más que otras; ésta de las que menos de sus cinco films ("El sexto sentido", "El protegido", "Señales", "El bosque" y "La joven del agua"); la que más, "El bosque", por su profundo mensaje subducido en la historia fantástica, que en "La joven del agua" queda desvaído con intermitencias.
Tuvo momentos muy divertidos, como la escena en la que el vecino sabelotodo, crítico literario y de cine, fallece ante el ataque del monstruo de la historia ... ¡cuando las barbas de tu vecino veas pelar ... pon las tuyas a remojar! ... que dice el sabio refrán.
Bueno, pues ya que estamos de refranes, entréguemonos a nuestra manía por las citas ajenas:
- "Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro". (Descartes).
- "La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia". (Sócrates).
- "Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan". (Friedrich Nietzsche).
- "Saber es comprender como la cosa más pequeña está vinculada a un todo; ninguna cosa tiene razón en sí misma". (Anónimo).
- "El secreto de la existencia humana está no sólo en vivir, sino también en saber para qué se vive". (F. Dostoievski).
- "Todo aquel que tiene una razón para vivir puede soportar cualquier forma de hacerlo". (Friedrich Nietzsche).
Besos y abrazos,
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