Miércoles, 15 de mayo de
2002
¡Buenos días!
Y continuamos con la
primavera, aunque no termina de explotar, al menos por la vera del Arlanzón.
Bueno, han florecido unas florecillas en mi despacho (ya averigüé que la planta
que las produce son tronquitos del Brasil), que desde este pasado fin de semana
emanan un meloso y embriagador aroma, con una intensidad tal que una compañera,
alérgica a los perfumes, no cesa de llorar (involuntariamente) y estornudar a
poco que se acerca a menos de 10 metros del tronquito de mi despacho. Por
experiencia de otros años sé que estos orgasmillos pituitarios son efímeros,
aunque no insignificantes, sino extremadamente intensos, como la misma
primavera.
Y ayer tarde fui al cine a
ver "No somos nadie" de Jordi Mollá y con él
mismo (además es co-guionista). Demoledora sátira contra la televisión basura y
el papanatismo religioso y algunas cosillas más, que como se muestra en la
peli, son básicamente lo mismo, bueno, las personas colgadas de ambos, que son
la mayoría (a la tele, pues es un buen sustituto del otro papanatismo).
Tiene un formato muy
original e innovador, brillante a veces, aunque extraño, lo que hará que no
guste a la mayoría, a la que critica descarnadamente. Tampoco se la
recomendaría a las personas muy religiosas, pues se les desmoronará su mundo
... ¿o no? ... yo al menos vi, especialmente al final, una buena explicación de
como se originan los mitos (religiosos incluidos) que parten de trivialidades e
insignificancias y se magnifican a interés de algunos, para dominar a otros.
Transcurrido, más o menos un tercio de la peli, una persona abandonó la sala,
¿por qué? Además estuve en el cine en que me boicotean los créditos del final,
con una luz enfocada a la pantalla, aunque esta vez parecía menos intensa y
pude, más o menos, leerlos. En definitiva, gran debut de Jordi Mollá como
director en esta muy buena película, que espero remueva bastantes adormiladas
conciencias ... bueno, esto último lo dudo un poco.
Bueno, que este matutino no
sé si será insignificante, pero lo que es seguro es que está dejando de ser
efímero para empezar a convertirse en duradero, de lo largo que se está haciendo.
Terminemos, como habitualmente, con las citas ajenas:
- "La sátira se anima, por lo general,
cuando nota timidez y vergüenza; pero cuando sus tiros dan sobre una frente
levantada y un semblante sereno, bien pronto se embotan, y el que los dispara
abandona luego su estúpida tarea"
(Jaime Balmes).
- "Cuando una mujer te ha engañado,
procura amar inmediatamente a otra"
(Heine).
- "¡Retrásate un instante, primavera!
Apacigua el anhelo impaciente de tus rosas, entretén con tu tibio y dulce
engaño la flor de tu alhelí. Todavía este año, primavera, es temprano para
ti" (José María Pemán).
Besos y abrazos,
Don.
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