20140607

Matutino de impaciencias químicas

Jueves, 23 de mayo de 2002

¡Buenos días!

Impaciencia, ¿por qué?, si esta primavera con sus constantes vaivenes no nos deja tiempo para desear nada, ni siquiera con impaciencia, pues se adelanta casi a nuestros deseos. Cuando estamos a punto de pensar que hace demasiado calor primaveral, viene y se nos descuelga con unos chubascos referescantes, y cuando empiezas a anhelar unos floridos y soleados días, con todos sus cálidos aromas, pues viene y te los concede antes casi de desearlos.

Además nuestra química corporal, la hormonal, va a tono con estos penduleos climáticos, y casi sin darnos cuenta ella solita se nos prepara para lo que sea menester, sin intervención alguna de nuestra conciencia. Así, ¿cómo vamos a estar impacientes con nada?, simplemente esperar con estoicismo lo que nos venga, que todo tiene su encanto.

Y ayer, tras una larga semana sin pisar una sala de cine, fui a ver "El alquimista impaciente", de Patricia Ferreira, y con Roberto Enríquez, Ingrid Rubio, Adriana Ozores, Miguel Angel Solá, Chete Lera y varios otros. Buena película, que me dejó una agradable sensación. Es un clásico thriller, con tempo lento, y buena banda sonora. Lo de la "impaciencia química" parece no encajar en la peli, pero hacia el final se nos descubre la relación entre ambos a modo de moraleja de fábula.

Además, anoche trasnoché ligeramente viendo un excelente reportaje de producción propia, de los que echan en "Documentos TV", el buenísimo programa de TVE2, ese en el que Pedro Erquicia dice que es para espectadores como ustedes. En él se trataba de la marihuana y todos sus derivados, tanto los alucinógenos, como el resto, que son mayoría (fibras vegetales, alimento, ...). Incluso de los narcotizantes se hizo una muy ponderada exposición con sus pros y sus contras.

Conclusión: que no existen sustancias venenosas ni inocuas per se, simplemente depende de la dosis que se ingiera de ellas. Por ejemplo, de ciertas sustancias hacen falta kilos para intoxicarse o morir (p.ej.: proteínas y demás), y de otras tan solo miligramos o menos que eso (p.ej.: alcaloides, vitaminas y demás). Pero de éstas, si tomas, por ejemplo, la décima o centésima parte de la dosis letal, no solo no te perjudica sino que puede curarte algo. Y eso pasa con todas y cada una de las sustancias que la humanidad ingiere, sin excepciones.

Bueno, pues tras este sermón químico, paso sin más a las frases de sabiduría ajena para hoy, en cierta relación con el tema:

 - "Cada cosa tiene su utilidad en la tierra y el más mínimo objeto en apariencia ha hecho milagros. El arte de la música debe su origen a una caña, la arquitectura a un matorral de acebo"  (Wolfgang von Goethe).

 - "Entendimiento agudo y sin grandeza, lo pincha todo pero nada mueve"  (Tagore).

 - "Los milagros no ocurren en contra de la naturaleza, sino en contra de lo que nosotros sabemos de ella"  (San Agustín).

Besos y abrazos,

Don.
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