Jueves, 23 de mayo de 2002
¡Buenos días!
Impaciencia, ¿por qué?, si
esta primavera con sus constantes vaivenes no nos deja tiempo para desear nada,
ni siquiera con impaciencia, pues se adelanta casi a nuestros deseos. Cuando
estamos a punto de pensar que hace demasiado calor primaveral, viene y se nos
descuelga con unos chubascos referescantes, y cuando empiezas a anhelar unos
floridos y soleados días, con todos sus cálidos aromas, pues viene y te los
concede antes casi de desearlos.
Además nuestra química
corporal, la hormonal, va a tono con estos penduleos climáticos, y casi sin
darnos cuenta ella solita se nos prepara para lo que sea menester, sin
intervención alguna de nuestra conciencia. Así, ¿cómo vamos a estar impacientes
con nada?, simplemente esperar con estoicismo lo que nos venga, que todo tiene
su encanto.
Y ayer, tras una larga
semana sin pisar una sala de cine, fui a ver "El alquimista
impaciente", de Patricia Ferreira, y con Roberto Enríquez,
Ingrid Rubio, Adriana Ozores, Miguel Angel Solá, Chete Lera y varios otros.
Buena película, que me dejó una agradable sensación. Es un clásico thriller,
con tempo lento, y buena banda sonora. Lo de la "impaciencia química"
parece no encajar en la peli, pero hacia el final se nos descubre la relación
entre ambos a modo de moraleja de fábula.
Además, anoche trasnoché
ligeramente viendo un excelente reportaje de producción propia, de los que
echan en "Documentos TV", el buenísimo programa de TVE2, ese en el
que Pedro Erquicia dice que es para espectadores como ustedes. En él se trataba
de la marihuana y todos sus derivados, tanto los alucinógenos, como el resto,
que son mayoría (fibras vegetales, alimento, ...). Incluso de los narcotizantes
se hizo una muy ponderada exposición con sus pros y sus contras.
Conclusión: que no existen
sustancias venenosas ni inocuas per se, simplemente depende de la dosis que se
ingiera de ellas. Por ejemplo, de ciertas sustancias hacen falta kilos para
intoxicarse o morir (p.ej.: proteínas y demás), y de otras tan solo miligramos
o menos que eso (p.ej.: alcaloides, vitaminas y demás). Pero de éstas, si
tomas, por ejemplo, la décima o centésima parte de la dosis letal, no solo no
te perjudica sino que puede curarte algo. Y eso pasa con todas y cada una de
las sustancias que la humanidad ingiere, sin excepciones.
Bueno, pues tras este sermón
químico, paso sin más a las frases de sabiduría ajena para hoy, en cierta
relación con el tema:
- "Cada cosa tiene su utilidad en la
tierra y el más mínimo objeto en apariencia ha hecho milagros. El arte de la
música debe su origen a una caña, la arquitectura a un matorral de
acebo" (Wolfgang von Goethe).
- "Entendimiento agudo y sin grandeza, lo
pincha todo pero nada mueve"
(Tagore).
- "Los milagros no ocurren en contra de
la naturaleza, sino en contra de lo que nosotros sabemos de ella" (San Agustín).
Besos y abrazos,
Don.
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