Viernes, 5 de julio de 2002
¡Buenos días!
Pues parece que este frío y
desapacible verano burgalés se va suavizando y convirtiendo poco a poco en algo
que un chico de más al sur como yo pueda reconocer como esa estación de sudores
y siestas, con el estridente y ¿adormeciente? sonido de chicharras y cigarras.
Esa estación en la que, especialmente las féminas, se torran al sol y enrojecen
su piel antes de convertirla en bronce.
Pues ayer tarde vi en el
vídeo una peli que grabé de la tele la semana pasada, "La ardilla
roja" de Julio Medem, con Emma Suárez y Nancho Novo. A cada
peli que veo de este director me gusta más (es de 1993, y por orden cronológico
sus pelis son: "Vacas", "La ardilla roja",
"Tierra", "Los amantes del círculo polar", y "Lucía y
el sexo"). "La ardilla roja" me recordó a su mejor y última
película, "Lucía y el sexo", una de las que más me ha gustado
últimamente. Una curiosidad colorista: en "Lucía ..." predominan los
tonos azules y blancos, y en la vista ayer los ocres y rojos, como su título
indica, aunque la más rojiza es "Tierra".
Esta "ardilla" es
otra curiosísima, interesantísima y original historia de amor con una banda
sonora buenísima. También, como en "Lucía ...", con toques mágicos y
fantásticos, que hacen que las pelis de este Julio Medem sean tan interesantes
a mi gusto. Creo que la imaginación de ambos, la mía y la suya, suele
desbocarse por similares derroteros.
Pues pasemos a las frases de
sabiduría ajena, de las cuales las dos primeras tienen bastante que ver con la
peli glosada hoy:
- "Nadie puede cambiar su pasado, pero
todo el mundo puede contarlo al revés"
(Noel Clarasó).
- "Lo más sorprendente del pasado, si se
repitiera, sería verificar que nada es igual a como nos lo cuentan" (León Daudí).
Pues aparte de su relación
con parte de lo que se cuenta en la peli, suscribo totalmente ambas, estando
especialmente de acuerdo con la segunda.
- "Desea poco, espera menos y procura
tener siempre bien templada la guitarra"
(Noel Clarasó).
- "Cuatro cosas no pueden ser escondidas
durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la
pobreza" (Averroes).
Y para rematar, dos
proverbios bíblicos:
- "Recibid mis consejos con mayor gusto
que si recibieseis dinero; anteponed la ciencia al oro; puesto que más vale la
sabiduría que todas las joyas preciosas, y nada de cuanto pueda apetecerse es
comparable con ella".
- "Dejad las niñerías y vivid y andad por
las sendas de la prudencia".
Besos y abrazos,
Don.
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