20140607

Enrojecido matutino

Viernes, 5 de julio de 2002

¡Buenos días!

Pues parece que este frío y desapacible verano burgalés se va suavizando y convirtiendo poco a poco en algo que un chico de más al sur como yo pueda reconocer como esa estación de sudores y siestas, con el estridente y ¿adormeciente? sonido de chicharras y cigarras. Esa estación en la que, especialmente las féminas, se torran al sol y enrojecen su piel antes de convertirla en bronce.

Pues ayer tarde vi en el vídeo una peli que grabé de la tele la semana pasada, "La ardilla roja" de Julio Medem, con Emma Suárez y Nancho Novo. A cada peli que veo de este director me gusta más (es de 1993, y por orden cronológico sus pelis son: "Vacas", "La ardilla roja", "Tierra", "Los amantes del círculo polar", y "Lucía y el sexo"). "La ardilla roja" me recordó a su mejor y última película, "Lucía y el sexo", una de las que más me ha gustado últimamente. Una curiosidad colorista: en "Lucía ..." predominan los tonos azules y blancos, y en la vista ayer los ocres y rojos, como su título indica, aunque la más rojiza es "Tierra".

Esta "ardilla" es otra curiosísima, interesantísima y original historia de amor con una banda sonora buenísima. También, como en "Lucía ...", con toques mágicos y fantásticos, que hacen que las pelis de este Julio Medem sean tan interesantes a mi gusto. Creo que la imaginación de ambos, la mía y la suya, suele desbocarse por similares derroteros.

Pues pasemos a las frases de sabiduría ajena, de las cuales las dos primeras tienen bastante que ver con la peli glosada hoy:

 - "Nadie puede cambiar su pasado, pero todo el mundo puede contarlo al revés"  (Noel Clarasó).

 - "Lo más sorprendente del pasado, si se repitiera, sería verificar que nada es igual a como nos lo cuentan"  (León Daudí).

Pues aparte de su relación con parte de lo que se cuenta en la peli, suscribo totalmente ambas, estando especialmente de acuerdo con la segunda.

 - "Desea poco, espera menos y procura tener siempre bien templada la guitarra"  (Noel Clarasó).

 - "Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza"  (Averroes).

Y para rematar, dos proverbios bíblicos:

 - "Recibid mis consejos con mayor gusto que si recibieseis dinero; anteponed la ciencia al oro; puesto que más vale la sabiduría que todas las joyas preciosas, y nada de cuanto pueda apetecerse es comparable con ella".

 - "Dejad las niñerías y vivid y andad por las sendas de la prudencia".

Besos y abrazos,

Don.
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