Miércoles, 11 de febrero de
2004
¡Buenos días!
Radiante cielo azul tenemos
hoy también en la ribera, bañada por un vivificante sol, cielo azul, de azul
rabiosamente celeste que no es nada apastelado, aunque tal vez, si acaso,
tiende a azul pastel conforme se acerca a besar la línea del horizonte. El
clima es delicioso, como un buen pastel, aunque sin merengue nuboso, gracias al
sol de mediodía; sin embargo por las noches es frío, como corresponde a
febrero. Esta mañanita rozábamos los 0ºC, pero gracias al carro de fuego
ascendiendo desde el horizonte levantino, nuestra temperatura anímica sube
tanto o más que la del entorno.
Y en éstas estaba yo cuando
ayer por la tarde me animé a ver una comedieta romántica en el cine. Se trató
de "Bajo el sol de la Toscana", de Audrey Wells,
y con Diane Lane (¡¡¡bellísima!!!). Normalito, muy normalito film, por no decir
mediocre, del que además de la belleza de la protagonista saqué en claro unas
pocas ideas interesantes (la mayoría del resto me incomodaron tanto como una
indigestión pastelera). Bueno, también, a título anecdótico, me sorprendió la
aparición, en un pequeño papel (mudo) como abuelete desconsolado, de Mario
Monicelli, director de cine italiano del que he visto algunas películas que me
parecieron excepcionales, especialmente por el sarcasmo corrosivo de sus
historias.
Y entre las ideas
interesantes que saqué del film fue una que tiene mucho que ver con una frase
de Federico Fellini (a quien en el film citan como Fe-Fé) que ya os lancé hace
tiempo en estos matutinos, frase que me entusiasma y que suscribo plenamente.
En la película, además, hay continuos homenajes a varias escenas de películas
de Fellini (como "Amarcord", "La dolce vita", ...).
Bueno, comenzando con la
cita de Federico Fellini, ahí van unas perlitas de sabiduría vital:
- "No existe un final, no existe un
principio; tan solo una infinita pasión por la vida". (Federico Fellini).
Frase que creo resume
perfectamente ese espíritu vitalista tan propio de nuestra cultura latina y
mediterránea.
- "Pocas cosas bastan para hacer feliz a
un hombre sensato; pero nada puede satisfacer a un necio: por eso son
desdichados casi todos los hombres".
(François de La Rochefoucauld).
- "La pasión representa la avalancha del
corazón humano; un solo aliento puede acabar con su reposo". (Bulwe Lytton).
Besos y abrazos,
Don.
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