20131203

Matutino desolado

Domingo, 14 de marzo de 2004

¡Buenos días!

Espléndido día preprimaveral. Sol radiante, clima agradable, nada de viento. Calles desoladas mientras paseaba esta mañanita temprano camino de la oficina, pues aunque hoy es domingo, ya que hay elecciones, tengo que currar. Con tanta luz, veo a gran distancia por la ribera del Arlanzón, con una todavía desmochada e invernal arboleda, sin apenas nadie paseando aún a su gratificante vera.

Ayer volví a ir al cine, y estuve viendo una muy buena película rusa, "El regreso", de Andrey Zvyagintsev, ganadora del pasado festival de cine de Venecia. Hermosísimos y desolados paisajes, con una estupenda fotografía y banda sonora, paisajes urbanos, naturales, e interiores de los personajes.

Historia de un padre que no existe y que de repente aparece al cabo de 12 años, y de sus dos hijos y de como cada uno se enfrenta, de distinto modo, según sus respectivas personalidades, a este hecho del descubrimiento de la figura paterna, siempre tan misteriosa a los ojos de cualquier hijo. Película de aspereza emocional y alejada de las convenciones impuestas por el imperialismo cinematográfico gringo. Una película distinta que tal vez no guste a la mayoría.

Y para comenzar la sección de sabiduría ajena, lo hago con una frase que encaja con el título de este matutino, muy en relación con la película glosada hoy y con los recientes hechos de estos pasados días (y también el resto):

 - "El hombre se adentra en la multitud para ahogar el clamor de su propio silencio".  (Rabidranath Tagore).

Como ya he dicho otras veces, este Tagore, poeta y escritor hindú, siempre tan acertado y poético en sus frases.

 - "Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar. Pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar" (Winston Churchill).

 - "El derecho irrenunciable a no ser oprimido, perseguido ni torturado por la imposición de algunos o por la invasión extranjera, constituye y representa un derecho sagrado e imprescindible en los corazones de todos los hombres".  (Giuseppe Mazzini).

 - "Hay una cosa peor que las acciones infames, y es la buena fama de sus autores; una cosa más deplorable que las acciones indignas, es que las personas que las consuman, las alternan con las dignas, y por buenas son tenidas".  (Concepción Arenal).

Besos y abrazos desde la desolación,

Don.
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