Jueves, 11 de marzo de 2004
¿Buenos días?
Con los hechos ocurridos
esta mañana en Madrid (mi pueblo natal), el mayor atentado terrorista de la
historia democrática de España, no está la mañana muy alegre que digamos. De
hecho, aquí, a la vera del Arlanzón, el clima está gris y tristón, a punto de
derramar alguna lagrimilla lluviosa, y siento y hace más frío que ayer ...
¿recordáis lo que esto significaba en "El sexto sentido"? ...
Y como si hubiese sido una
premonición, ayer estuve en el cine viendo "Kill Bill. Vol. 1",
de Quentin Tarantino, y con Uma Thurman. Película extremadamente violenta, una
especie de orgía sanguinolenta ... pero esto sabemos que es de película, y se
nota que Quentin lo remarca especialmente. No me gustó especialmente (prefiero
"Pulp fiction", también muy violenta y sanguinolenta, que sí que me
gustó bastante), a pesar de algunas escenas especialmente brillantes. Es una
especie de pastiche de infinidad de géneros: spaguetti western, manga animé
japonés, películas de serie B hongkonesas, "Matrix" ...
En la película se dice una
frase digna de entrar en la sección de sabiduría ajena de estos matutinos, muy
aplicable a la candentísima y terrible realidad de esta mañana, y que dice, más
o menos: "La venganza no es un camino recto, es un bosque, en el que es
muy fácil perderse y olvidarse del porqué hemos entrado en él".
Pues para que impere la
serenidad en estos momentos de desconcierto, ya sabéis el refrán ese que dice
"Vísteme despacio que tengo prisa", ahí va otra racioncita de
sabiduría ajena:
- "Mientras la guerra sea considerada
como una cosa mala, ejercerá su fascinación. Cuando se la considere como algo
vulgar, dejará de ser popular".
(Oscar Wilde).
- "En un país libre tienen más poder las
leyes que los hombres". (Tito
Livio).
- "Gastar todo el caudal en sufrimientos,
ser cera blanda ante la piedra dura, son efectos del amor en mis
tormentos". (Francisco de Quevedo).
- "Solamente las lágrimas nos enseñan a
arrepentirnos de nuestras faltas y a compadecer y comprender las de los demás,
y a verter un poco de bálsamo, que tenemos en nuestro corazón, sobre las llagas
de la humanidad". (Ugo Fóscolo).
Besos y abrazos,
Don.
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