20131202

Matutino de fluidos

Miércoles, 14 de abril de 2004

¡Buenos días!

La mañana fluye con naturalidad provinciana. Las nubes no cesan de fluir en un incesante trasiego y apenas dejan entrever algún rayito de sol que otro. Y, por supuesto, el río Arlanzón; y también el río que nos lleva, el río de la vida. Aunque desde mi pecera laboral parece que se ha detenido el tiempo aunque afuera todo transcurra con natural fluidez, y ya dudo de si deseo detener el tiempo para pensar o dejarme arrastrar por la corriente temporal. No lo sé muy bien.

Y en estas fluideces mentales andaba yo, cuando salí del cine de ver una buenísima y estupendísima película, que desde ya os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "El principio de Arquímedes", de Gerardo Herrero, y con Marta Belaustegui, Roberto Enríquez, Alberto Jiménez, y Blanca Oteyza.

Historia de dos amigas treintañeras (y de sus respectivos maridos) que desean lo que no tienen, desean lo que tiene la otra; y de que a veces es peligroso desearlo pues se corre el grave riesgo de que se cumpla el deseo. El guión es inteligente y está hecho con precisión cartesiana, bueno, "arquimediana".

El principio de Arquímedes, que empapa toda la historia, dice más o menos así: "Todo cuerpo sumergido en un fluido pierde parte de su peso, o sufre un empuje de abajo a arriba, igual al del volumen del líquido que desaloja". Por supuesto la historia va más allá del principio físico, y subyacen implicaciones metafísicas (personales, sociales, laborales, ...).

Además de lo ya comentado de desear lo que no se tiene, nos habla de trepas laborales, que desalojan tanta humanidad, en relación directamente proporcional, a la cantidad energía cinética necesaria para ascender, mayor cuanto más se sube. También del equilibrio en la solución de compromiso entre vida laboral y familiar, es decir, uno desaloja tanto fluido familiar como el necesario para flotar laboralmente. Y ya dejo de enumerar las variadísimas implicaciones metafísicas del principio de Arquímedes que nos deja entrever la película, que también están en relación con el amor, la amistad, y con casi cualquier otra faceta de nuestras vidas. Vamos, que os estoy invitando a que las descubráis vosotros mismos.

Pues para que en nuestro río vital no haya más atascos y atolladeros de los necesarios, y todo fluya con la mayor naturalidad, ahí van unas pildoritas de sabiduría ajena:

 - "Después de todo, el trabajo es todavía el mejor medio de escamotear la vida".  (Gustave Flaubert).

 - "Ningún medio para prosperar es más rápido que el de los errores ajenos".  (Francis Bacon).

 - "El día que las desgracias hayan aprendido el camino de tu casa, múdate".  (Palacio).

 - "Bien es el mal cuando viene sin venir acompañado".  (refrán).

 - "No te impacientes, que vendrá el tiempo de lo que tú has elegido, y poseerás la eternidad para vivirlo".  (Jean Charron).

 - "El matrimonio es al amor lo que el vinagre al vino. El tiempo hace que pierda su primer sabor".  (Lord Byron).

 - "Casarse por segunda vez ... es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia".  (Samuel Johnson).

 - "Amar la vida es amar el cambio, la corriente, el perpetuo movimiento. El vitalista no ha domesticado la vida con sus hábitos porque sabe que la vida es algo mucho más fuerte que uno mismo".  (Maite Larrauri).

Besos y abrazos,

Don.
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