Viernes, 13 de febrero de
2004
¡Buenos días!
Esta mañana nos hemos
despertado con nieblas y neblinas, que a medida que el carro de fuego imponía
su ley, han decidido escaparse, "evaporarse", para no ser
literalmente evaporadas por su tremenda calidez ... ¡qué paradoja! ... serán
cuestiones de la variedad de significados de las palabras ... ??? ... Pues eso,
que tenemos otro radiante día invernal, preludio del fin de semana, y que
invita a escaparse a cualquier paradisíaco lugar.
Y para escaparme de la
cotidianidad, como casi cada tarde, me fui al cine a ver otra película, esta
vez, como en los últimos jueves, fue en los ciclos de "cinefilia" de
la Universidad de Burgos. Se trató de un clásico del cine, "Al
final de la escapada" ("A bout de souffle") (1959),
(creo que lo escribí bien, que me corrija cualquier nativo francés si no fue
así), de Jean Luc Godard, y con Jean Paul Belmondo y Jean Seberg (una
preciosidad).
Aún pareciéndome una
estupenda película, no me parece una obra maestra tal y como opinan la mayoría
de cinéfilos y críticos de cine. Tal vez sea porque yo no valoro tanto la forma
como el fondo. Formalmente fue muy innovadora, pero a mí no me gustó
especialmente pues parece que está montada "a tirones", como si
faltaran trozos de película. Desde luego vi la enorme influencia de esta
película sobre muchas de las siguientes, sobre todo en el caso de anuncios
publicitarios, pues creí ver detalles de varios de ellos que incluso hoy día se
difunden por las televisiones.
Sin embargo, por otro lado,
respecto del fondo, me encantó por el recital de frases ingeniosas y divertidas
que no paran de aparecer en casi todas las escenas. Es una muy original mezcla
de cine negro, cine romántico y cine existencialista, que me sorprendió
gratamente y me hizo reír bastantes veces.
Bueno, pues escapémonos, con
conocimiento de causa, de nuestros avatares del día a día, con un poquito de
sabiduría ajena:
- "La medida de un maestro es su éxito en
concentrar alrededor de su opinión a los hombres 20 años más tarde". (Ralph Waldo Emerson).
Pues en este sentido, y a
pesar de mis reparos, he de reconocer que desde luego "Al final de la
escapada" sí que es una obra maestra.
- "Todo lo bueno ya ha sido pensado;
conviene intentar el volver a pensarlo".
(Goethe).
- "Las obras maestras del arte tienen a
los ricos por esposos, pero a los pobres por amantes". (Anónimo).
- "Cualquier ser humano debería tener la
sensibilidad que necesita para su época y para su ambiente; si tiene menos,
vivirá como un menor de edad; si tiene la necesaria, vivirá como un hombre
adulto; si tiene más, será un enfermo".
(Pío Baroja).
Pues tal vez sea que no
tengo la sensibilidad adecuada para percibir la maestría de la película, pues
no en vano, yo no soy de esa época (aunque nací tan solo dos años después) y la
percibo como menor de edad, sin comprender bastantes cosas ... en fin, ya
maduraré cinematográficamente.
Besos y abrazos,
Don.
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