20120813

Hacia los ignotos matutinos

Martes, 29 de enero de 2008

¡Buenos días!

En esta mañanita de sol y frescas temperaturas, agradables al sol, me siento cómodo al refugio de mi conocida y bien amada ribera del Arlazón y al amor de mis hadas y ninfas, y dudo de si embarcarme en periplos que pudieran tornarse en odiseas debido a lo desconocido que por allá pudiera acaecer. El caso es que de cuando en cuando es necesario para la adecuada salud anímica no caer en anquilosamiento alguno y orearse un poco al son de desconocidos aires para volver fresco y lozano, con nuevos bríos, de nuevo al origen, si eso place ...

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Hacia rutas salvajes" ("Into the wild"), de Sean Penn, y con Emile Hirsch. Basada en una novela, en su mayor parte constituida por citas y poemas del personaje real en que está basada, esta historia nos cuenta la historia de un joven universitario, de adinerada familia, que huye del hogar agobiado por el mundo (por él mismo, en realidad, que el universo está en nuestra mente), renunciando a casi a cualquier comodidad moderna, en busca de no se sabe muy bien qué, que tal vez le corroía las neuronas, quizás en busca de la libertad, de la verdad, de la felicidad, de ..., en la naturaleza salvaje de Alaska, tratando de sobrevivir con apenas lo que le ofrece la bondadosa y cruel natura. Durante su periplo de dos años por los Estados Unidos (de los que algo más de los tres meses últimos fueron en Alaska) se va encontrando con pintorescos y encantadores personajes, casi tan inadaptados sociales como él mismo.

La película empezó pareciéndome normalita, continuó transcurriendo hacia arriba con suave irregularidad, con algunos excepcionales y espléndidos momentos por el camino, mejorando hacia la bondad y terminando por parecerme muy buena en general, muy especialmente por lo que me fue destilando a medida que se iba acercando al final. Está contada a saltos
temporales, a partir de los más de tres meses que pasó en absoluta soledad en Alaska, con flashbacks a partir de que decidió repentinamente emprender su odisea. La película está trufada de perlas de sabiduría ajena, a modo de citas, del propio personaje, de Tolstoi, Gogol, ... de las que os destaco una de las que recuerdo, justo cuando el personaje empieza a tomar conciencia de que su viaje no tiene demasiado sentido, pero ya era tarde para volverse atrás (la consecuente naturaleza impuso su ley):

 - "La felicidad solo es real cuando es compartida".

Esta película me recordó a dos antiguos films que os recomiendo que veáis: la espléndida "Las aventuras de Jeremías Johnson" ("Jeremiah Johnson", 1972), de Sidney Pollack; y la obra maestra "Una historia verdadera" ("The Straight story", 1999), de David Lynch.

Bueno, pues para incluir como parte del bagaje para nuestro devenir vital, nada como unas pocas citas más de sabiduría ajena:

 - "La libertad no es algo que esté en las condiciones externas. Está en las personas: quien desea ser libre, lo es".  (Paul Ernst).

 - "La libertad dijo un día a la ley: «Tú me estorbas.» La ley respondió a la libertad: «Yo te guardo»".  (Pitágoras).

 - "El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace".  (León Tolstoi).

 - "El hombre recorre el mundo buscando lo que necesita y vuelve a su casa para encontrarlo".  (George Moore).

 - "Los que atraviesan los mares cambian de cielo pero no de condición".  (Horacio).

 - "El hombre no necesita viajar para engrandecerse; en sí mismo lleva la inmensidad".  (Chateaubriand).

 - "A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco".  (Montaigne).

 - "El andar en tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos".  (Miguel de Cervantes).

Besos y abrazos,

Don.
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