Miércoles, 2 de abril de
2003
¡Buenas tardes!
Aunque muy desapacibles,
ventosas, nubosas y frescas, porque se nos ha colado un ventarrón del norte que
nos ha barrido, dejándolos fuera de su sitio, los plácidos días primaverales
que veníamos disfrutando desde muchas semanas antes del equinoccio primaveral.
Y con el clima, se me ha
descolocado el ánimo, y ando como perdido tratando de encontrarme a mí mismo
... pero no nos preocupemos, que esto también es típico de la primavera, tan
voluble, juguetona y retozona ella, que no quiere sino que vayamos en su busca
aunque se nos esconda por entre la radiantemente verde y colorida floresta,
cual si se tratara de una díscola cabritilla.
Y ayer noche estuve en el
cine viendo "El oro de Moscú", de Jesús Bonilla,
y con él mismo y Santiago Segura, entre una variopintísima fauna de actores y
faranduleros varios. Es una especie de pastiche entre las buenas comedias
corales de Berlanga y las casposas películas del destape de los años 70 en
España (mucho más cerca de éstas, por lo casposa). Vamos, que no me gustó, y
que me dejó descolocado, pues creía que iba a reírme y no lo hice, ... tal vez
alguna sonrisa y poco más.
De hecho, me reí mucho más
en los más o menos 5 minutos del corto de animación digital que echaron justo
antes de la peli, "The Chubb Chubbs", que ganó hace menos de dos
semanas el Óscar al mejor corto de animación.
Y como frases de sabiduría
ajena, unas pocas, descolocadas y fuera de lugar, ... o no tanto:
- "La prueba máxima de si uno posee
sentido del humor es su reacción cuando alguien le dice que no lo
tiene". (Anónimo).
- "El jefe madruga pocas veces al año,
... tan solo cuando tú llegas tarde".
(una de las leyes de Murphy).
Besos y abrazos,
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