Miércoles, 26 de marzo de
2003
¡Buenas noches!
¡Sí!, buenas noches, pues
todavía estoy en la oficina, recién terminado de elaborar un informe para
"la jefa" sobre una inspección que he hecho esta mañana sobre
"delincuentes padronales" ... :-). Ha sido emocionantísimo. Me he
sentido una especie de Sherlock Holmes, con gabardina pero sin pipa.
La primavera está que rompe
con todo en esta preciosa provincia burgalesa (he estado recorriendo municipios
de la zona del cañón del Ebro, cerca de su nacimiento, por los Picos de
Europa). Arboles frutales reventando colorido floral por doquier, ... y lindas
mocitas serranas desorbitando mis pupilas allá por donde miraban.
Bueno, ya que mis visiones y
delirios primaverales han atemperado mi agresividad, provocada a causa de mis
"guerras padronales" en esta provincia burgalesa, me volveré
conciliador y pasaré a comentaros la hermosa película (y hermosísima actriz
principal, Ariadna Gil) que vi anoche en el cine.
Se trata de "Soldados
de Salamina", de David Trueba (he cruzado el río Trueba,
afluente del Ebro, en mi inspección de esta mañana), basada en la novela
homónima de Javier Cercas, y con Ariadna Gil y Ramón Fontseré. Y este
nocturnino es conciliador porque en esta película se habla de la guerra civil
española de 1936-39 desde un punto de vista bastante inusual y conciliador, y
muy en relación con los acontecimientos de la actualidad guerrera gringa.
En cierto modo se parece a
la delirante peli que os describí en mi anterior vespertino,
"Adaptation", de Spike Jonze, pues también trata de las tribulaciones
de una escritora, Lola Cercas (alter ego del escritor de la novela), en el duro
proceso de la creación literaria (y artística en general). Problemas que
resuelve a base de emoción, pues toda obra artística (literaria,
cinematográfica, ...) es, en buena parte, emoción.
La película, que cuenta
hechos reales, además de hermosa, es original, pues dentro de la ficción tiene
incrustaciones de documental puro, con entrevistas a personajes reales a cargo
del personaje de Ariadna Gil, y de falso documental, con trucajes de
documentales antiguos insertándoles digitalmente los personajes reales de la
película, que se desarrolla en la actualidad y durante la guerra civil (hacia
el final, durante 1939).
Y como frases de sabiduría
ajena pueden valer las del anterior vespertino, de antes de ayer, las dos
referidas a la escritura. Y además éstas:
- "Los libros deberían conducir a uno de
estos fines: sabiduría, piedad, alegría o utilidad". (Sir John I. Denhan).
- "No desprecies como vano el consejo del
anciano". (refrán).
- "Cuando los ricos se hacen la guerra,
son los pobres los que mueren".
(Jean-Paul Sartre).
Besos y abrazos,
Don.
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